Muchos niños y niñas se despiertan de noche con gritos, asustados, sudor y agitados.
En ocasiones ni siquiera se despiertan y los escuchamos llorar dormidos.
Esto es muy habitual y si bien cada chico tendrá motivos y angustias diferentes, las pesadillas y terrores nocturnos en niños pequeños son el reflejo de ansiedades y angustias propias de cada etapa.
También sucede que algunos niños muy inquietos o movedizos que durante día parecen no temerle a nada, de noche pueden sufrir pesadillas. Para todos los casos es importante que los ayudemos seguir durmiendo, que los calmemos con una canción suave o agarrando su mano.
Porque es nuestra calma lo que les dará sensación de seguridad y alivio.
Lic. Marina Halperin
@inconscientes.asociados