Necesidades de un bebe en su primer año de vida
Hay 7 cosas básicas que necesita un bebé en su primer año de vida para su desarrollo emocional.
Alguien que lo cuide, que lo alimente, que le hable, que lo contenga, que lo lleve a los controles periódicos del médico, que le de afecto. Necesita de un adulto que esté presente, disponible de manera completa, que pueda responder a sus necesidades y deseos.
En sus primeros meses de vida el bebé todavía no desarrolló la capacidad de espera, ni la tolerancia a la frustración, no puede entender lo que va a venir después, necesita satisfacer su necesidad en el momento, por eso es imprescindible una rutina. Eso lo va a ayudar a anticiparse, a saber lo que va a pasar. Con esto vamos a lograr que el niño o la niña se sienta seguro, que confíe en sus mapadres, que esté más calmado, porque va a estar más organizado y se va anticipar a lo que está por venir. Es importante respetar el orden de lo que hacemos, y tratar de manejar los mismos horarios. Si algún día se modifica algo vamos a observar que al bebé más inquieto y va necesitar más contacto.
Otra cosa importante que necesita el bebé es el lenguaje. Hay que ponerle palabras al mundo. Explicarle lo que está viendo o lo que está haciendo.
Es primordial responder a sus vocalizaciones, esos primeros balbuceos son sus primeros intentos de comunicación, si no le respondemos va a entender que no le importa lo que nos está diciendo. Hay que mostrar interés para que se vaya generando en su cerebro esa interacción, de que uno habla y el otro responde.
Llegando a los 6 meses aparece el juego. Si bien hasta ese entonces jugaba, ahora tiene más dominio corporal por la maduración del desarrollo motor, comienza a interactuar y a vincularse más con los objetos.
También es importante poner al bebé frente a un espejo, para poder verse y reconocerse. El infante conoce ya sus manos, sus pies por jugar con ellas, llevarlas a la boca, pero ahora al reflejarse ve su cara, y su cuerpo por completo. En esta etapa va armando su esquema corporal. Esas partes del cuerpo que veía fragmentadas, ahora forman parte de un todo, su “yo”. Al principio no se va a reconocer, pero le va ir dando a esa imagen un sentido de identidad.
En esta etapa también es fundamental el contacto con los alimentos porque inician la alimentación complementaria. Va a depender de cada familia el cómo va presentarsela, pero es preciso que la comida sea lo más saludable posible. Debe ser una alimentación variada y hablarlo con su pediatra de cabecera.
El bebé necesita disponer de un espacio para moverse. No estar tanto en cochecito, ni cuna. Los niños y niñas se mueven para expresar sus emociones, sus pensamiento, para ser, es una forma de comunicación. Conocen a los otros y al mundo a través del movimiento. El moverse en libertad propicia un mayor conocimiento de sí mismo, de sus posibilidades y limitaciones. Promueve un desarrollo armónico de la lateralidad y el equilibrio.
Para que pueda moverse en libertad, necesita de un adulto que se lo permita, que esté presente, con una mirada respetuosa, que lo contenga, que le hable y que lo espere.
Fiorella Natale
Técnica Superior en psicomotricidad
Especialista en primera infancia
@talleresdepmt
tallerespsicomotricidadpmt.gmail.com
Fuente Imagen: Mejor con salud
