Sexualidad y puerperio

Un día llega el bebé a casa.

Nos encontramos con un cuerpo desconocido, pero que sigue siendo nuestro cuerpo.

Mentalmente tenemos claro que tarda un tiempo es reacomodarse luego de pasar embarazo y parto.

Y de pronto !! no está el mismo deseo sexual. Nos sentimos con culpa, sobre todo cuando el médico, indica que ya se puede tener vida sexual ! Claro, la pareja muy contenta, y nosotras con un cuerpo que no responde a esa demanda.

Es que la libido está en los pechos, donde en este momento hay actividad sexual constante.

El agotamiento es inmenso. Somos un ser con piel de cristal. Estamos en plena fusión con nuestro bebé.

Sería armonioso que ambos en la pareja, nos conectáramos con nuestra parte femenina.

La que es sutil, lenta, sensible, llena de caricias y abrazos.

Sería majestuoso un encuentro entre dos adultos amoroso y acogedor. Pero cuando la mujer en este momento siente la obligación de ser penetrada, es cuando se distancia y emite rechazo hacia su pareja.

Esto es tomado por el varón como desamor.

Durante la fusión madre-hijo, que dura aproximadamente 2 años, podemos tener un sexo más tierno, ligado al plano femenino y a la sensibilidad pura.

Para el rol paternal, ser sostenedor y contenedor, es una posibilidad de convertirse en adulto, construyendo un nido, en beneficio de la tríada.

En época de lactancia, de noches sin dormir, espaldas contracturadas, madres sin saber que sienten y que no, habilitar el espacio femenino, que  todos tenemos, nos brinda un gran placer.

María Claudia Teso

Puericultora

Asesora en Lactancia

mariaclaudiateso@hotmail.com

@mariatesopuericultora

Fuente imagen: Bebés y más

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