¿Qué son?
Las EAI (experiencias adversas infantiles, también llamadas ACE) son las que se relacionan con el abuso, la negligencia, la violencia y abandono sufridos durante la niñez.
El seno familiar que debería ser de contención, amor, cuidado, apoyo, guía y acompañamiento no cumple total o parcialmente estas funciones y, consecuentemente los niños padecen estas experiencias traumáticas.
Se sabe que estas primeras experiencias que tiene el ser humano marcan, en gran medida, los comportamientos que luego tendrá a futuro. El impacto de estos padecimientos infantiles produce daños a nivel biopsicoespiritual, es decir, las consecuencias se manifiestan en todo el ser y suelen ser muchas y muy graves.
Algunas de estas experiencias son: el abuso físico, abuso emocional, abuso sexual, abandono físico y/o emocional, consumo de sustancias tóxicas, enfermedades mentales de los padres, pobreza, embarazo adolescente, violencia indirecta (cuando los niños observan violencia por parte de sus padres, aunque no la padezcan directamente ellos), estrés emocional de los padres, padres en prisión, separación o divorcio.
Es importante detectar las consecuencias de las EAI y las manifestaciones que se hacen presente en los niños, jóvenes o adultos. Desde la orientación familiar se puede implementar distintas herramientas y estrategias para orientar y acompañar a las familias que estén pasando (o hayan pasado) por estas situaciones tan penosas y dolorosas para todos los integrantes.
Fabiana Russo
Licenciada en orientación familiar
@licfabianarusso
Fuente imagen: Etapa infantil
