Este artículo está inspirado en la pregunta ¿Por qué luego de un encuentro sexual el deseo desaparece como por arte de magia?
El deseo es una fase de la respuesta sexual humana. De acuerdo a lo expresado por S. Levin (4). El deseo sexual está compuesto por varios elementos: impulso biológico; (necesidad de ser besado acariciado, mimado siendo vital la participación de las hormonas para que esto suceda). Motivación psicológica (ganas de estar cerca de aquella persona que te atrae y te genera muchas sensaciones). Y aspiración cognitiva (conocimientos previos, creencias, experiencias pasadas), los cuales interactúan entre sí formando un sistema. Titulamos a esta nota: La motivación como nutriente del deseo
Es por eso que habiendo multiplicidad de factores capaces de afectar a cada elemento el deseo sexual puede verse disminuido o desaparecer por completo.
En esta nota voy a referirme a las aspiraciones cognitivas puesto que cada uno lleva a la cama sus inquietudes, pensamientos, miedos experiencias pasadas etc. Las creencias pueden convertirse en una cárcel al momento de compartir la intimidad con otra persona.
Cada ser humano tiene sus propias ideas acerca de cómo se desarrolla la actividad sexual. Las mismas se van construyendo a lo largo de la vida en base a la historia personal de cada uno y a los mensajes que le fueron transmitidos tanto explícita como implícitamente durante su infancia y adolescencia. 
Las expectativas pueden ser el motor que te impulse a dar lo mejor de vos a cada momento. Tener expectativas demasiado altas como muy bajas, más cierta dificultad para modificarlas conforme a tu experiencia te expone a encuentros carentes de satisfacción.
A menudo cuando dos individuos se conocen cada uno se construye una imagen mental de cómo es el otro en la intimidad, la misma se basa en tu interpretación de los dichos y actitudes del otro. Esto contribuye a que las horas previas al encuentro transcurran con un gran monto de ansiedad y lo imaginen como una película con final feliz, carente de contratiempos, cosa que generalmente no ocurre.
Más sobre: La motivación como nutriente del deseo
Tener una cierta dosis de motivación es positivo porque ésta nutre al deseo y permite estar predispuesto a disfrutar del momento. El inconveniente se plantea cuando hay mucha diferencia entre lo esperado y lo vivido en la realidad.
Si Querés tener un encuentro sexual en el cual el deseo no desaparezca como por arte de magia hay que considerar:
1 Un bajo monto de expectativas te posibilitará disfrutar y pensar con claridad. Todo lo que pasó antes del encuentro como charlas, insinuaciones, gestos, actitudes, puede achicar la diferencia entre lo esperado y lo vivido.
Las expectativas cercanas a la realidad aumentan las chances de conectar con el otro y mantener vivo el deseo. Tu poder de adaptación es clave para hacer del encuentro algo digno de recordar. Ambos son protagonistas del encuentro y ninguno tiene por qué cumplir las expectativas del otro.
María Alejandra Gonzalez
Psicóloga y Sexóloga clínica
Fuente imagen: https://www.pulzo.com/

