La carga mental de las mujeres

La carga mental de las mujeres

 “¿Por qué no llego con todo?”¿Por qué estoy siempre tan estresada?” 
“Mi larga lista mental: comprarle el uniforme a los chicos, pagar la cuota del colegio, ir al supermercado, acomodar las cosas en casa porque esta semana no viene la chica a ayudarme… y cancelar el turno del control ginecológico porque tengo que llevar a fútbol al más chiquito porque su papá no puede..  y al terminar el día siento tanta culpa por no haber podido jugar con ellos..” .¿Escuchaste hablar sobre esto? 

¿Te sentís identificada? 

El concepto de ‘carga mental’ hace referencia a la tensión psicológica que sufren las personas por la sobrecarga de responsabilidades derivadas de la organización de los compromisos domésticos, familiares y personales. Esta sobrecarga de tener siempre en la cabeza tantos asuntos se da sobre todo en nosotras, las mujeres (un 71% la sufre frente a un 12% de los varones), que somos las que mayoritariamente nos encargamos de planificar, organizar y estar pendientes de las distintas tareas en la familia que incluyen a todos los integrantes. Es por eso que somos también las que sufrimos las consecuencias negativas de asumir esa carga: estrés, fatiga, contracturas, irritabilidad e incluso dolores. Afectando también nuestra relación de pareja y claro, menos atención,  y disfrute en la cotidianidad. 


La ONU estima que las mujeres realizamos al menos dos veces y media tareas relacionadas con el cuidado de los niños, el trabajo fuera de casa, organización, planificación de varias tareas que los varones. Es una realidad que el varón se ha incorporado a las tareas del hogar, y así muy de a poco vamos rompiendo con estereotipos construidos hace años… pero la mujer sigue siendo la que dirige dichas actividades. Y eso es lo que crea la carga mental. Ese peso invisible que crea el esfuerzo mental constante, sin descanso, para que todo funcione. 
Otra cuestión es que la carga mental aumenta cuando el varón realiza solo lo que se le pide. Es tan necesario que cada uno sepa cuáles son sus obligaciones sin que el otro se las tenga que recordar, sin que haya que supervisarlas y cooperando.

¿Qué hacemos entonces? 
Volver al viejo concepto de equipo. Distribuyendo equitativamente todo lo que compete a la familia. 
Compromiso de cada uno  de lo asignado, y el otro se libera de ellas sin estar chequeando. 
Tiempo para vos. Ejercita con conciencia generar un espacio dentro de lo posible 5, 10 minutos, una hora al día. Alguna actividad para recargar energía y cuidar tu mundo interno. En esos 5 minutos podes visualizar dejar a un lado todo lo que incluye la carga mental. Esto ayuda a que durante el día estés más atenta para evitar la sobrecarga. 
Estar atentas observando nuestra exigencia..  no se puede todo, delegar es importante,  el otro lo hace a su manera,   no juzgar como lo hace, aceptando que al final del día se ha hecho lo mejor posible.  
Tenemos por delante mucho aprendizaje felizmente para lograr disfrutar más.

Prof. Y Magíster Patricia Chujman

Lic. Belinda Tancredi, psicóloga

@aprendizajeybienestar

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