Todos hemos vivido alguna experiencia dolorosa en la que sentimos que se nos rompió la vida, el alma, el corazón, los proyectos, los sueños. Titulamos a esta nota: ¿Has sentido que te rompiste?
Lo peor es que la vida avanza, la vida sigue y tú te sientes fuera, siempre corriendo detrás.
Buscando la forma de reconstruirnos, empezamos a buscar personas, maestras, maestros, alguien, que nos diga qué hacer, Cómo hacer, para que ya no duela o por lo menos, duela menos.
Y vamos descubriendo en el camino que estamos llenos de experiencias que nos marcaron, emociones que no expresamos, creencias que nos limitan, mandatos que respetamos y lealtades familiares que repetimos.
Aprender a cuestionar nuestras creencias, revisar mandatos y ser conscientes de las lealtades familiares, es fundamental para nuestra reconstrucción. Y claro que sentimos que vamos dejando partes de nosotros en el proceso. Tal vez está bien que eso suceda, después de todo, siempre oímos decir que de una situación dolorosa no se sale igual ¿no?
Y un día, cuando por fin sientes que estás siendo tú realmente. Por que pudiste despojarte de todas esas etiquetas que te habían puesto, miras a tu alrededor y no están las mismas personas que antes. Muchos se fueron, otros se alejaron, volteas hacia atrás y miras el recorrido que hiciste. Allí comprendes que ya no puedes volver atrás y decides sostener esa sensación de incomodidad, que te genera la soledad.
Cierras los ojos y con una respiración profunda que parece eterna. Entonces sonríes, aceptando esta nueva versión que eres y te sientes en paz, comprendes que todo ese camino recorrido te llevo a ti misma y eso es lo único que importa.
El camino fue duro y a veces también solitario pero se volvió más sencillo y quieres seguir en él, conociéndote, sanando, viviendo, simplemente SIENDO.
No se en que parte del camino estas, si no arrancaste pero estas leyendo esto, inicia el recorrido, vale la pena.
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Si estas en el momento más oscuro y solitario, pide ayuda, yo y tantas otras personas que lo recorrimos, podemos tomarte la mano y hacerlo más liviano.
Y si estas en el mismo lugar que yo, sabiendo que este es el camino correcto, acompañando a quienes así lo quieren, gracias por tu valentía, cuando sana una sanamos todas.
Pamela Montero

Psicóloga Holística
lehaimholistica@gmail.com