Tu peque incorpora palabras, pero ¿nunca es suficiente?
Parece que incorpora palabras nuevas todas las semanas pero no logra realizar combinaciones de dos palabras, se comunica con menos de 50 palabras.
Pero….noto que comprende todo lo que decimos, pero no se expresa de manera verbal. Titulamos a esta nota: Hablantes tardíos
Entonces, ¿Qué podemos hacer al respecto?
Podemos estar frente a un «hablante tardío», niño que cerca los 2 años se comunica con menos de 50 palabras y no utiliza frases de dos palabras, pero posee un desarrollo acorde en las áreas sensoriales, motoras, cognitivas y sociales.
Los Hablantes Tardíos no tienen categoría diagnóstica en ningún Manual de Criterio Diagnóstico, así como no haber criterios específicos para clasificarlos.
Los hablantes tardíos, son niños y niñas que con 2 años presentan un retraso en el vocabulario sin que haya un trastorno (neurológico, motor, sensorial, cognitivo o un trastorno del desarrollo) que explique ese retraso. Además, no aparece la explosión léxica, típica en el desarrollo normal sobre los 18 meses.
¿Cuáles se consideran causas para que sea hablante tardío?
Actualmente se desconocen las causas, pero sí conocemos algunos factores que podrían influir en el hablante tardío, por ejemplo
El desarrollo del juego se tiene que dar de forma adecuada. Porque se ha probado que las primeras palabras aparecen a la vez que los primeros gestos simbólicos y que combinar dos palabras surge cuando los esquemas de juego son más elaborados.
El estrés que puedas presentar como mamá o como papá condiciona la calidad de la estimulación que ofrecemos a nuestros peques. Haciendo que el retraso sea mayor, provocando aún más estrés parental.
Es importante saber que un niño o niña que presenta desafíos en la comunicación, es un niño o niña que necesita primero escuchar para luego poder imitar y así adquirir, almacenar y evocar palabras.
Más sobre: Hablantes tardíos
¿A qué me refiero con escuchar?
Si recurrimos al diccionario de la Real Academia Española (RAE), se especifica que escuchar significa “prestar atención a lo que se oye”. Algo diferente del significado de oír que se define como “percibir con el oído los sonidos”.
Por lo tanto, la diferencia entre las dos acciones tienen que ver con la voluntariedad y predisposición.
Para que el niño/niña produzca palabras debe desear por voluntad propia producir palabras y no repetir como un loro sin predisposición.
Mi objetivo esencial como terapeuta del lenguaje y la comunicación es que el/la niña logre adquirir todos los componentes del lenguaje que le resulten funcionales en todos los contextos en los cuales se desarrolle (la casa y la escuela).
María Florencia Pussetto
Fonoaudióloga
Matrícula Provincial 8518
Especialista en Estimulación Temprana
Capacitadora en Neurociencias
Fuente imagen: https://www.menudospeques.net/
