“Las generaciones pasan como caen las hojas de nuestro árbol genealógico. Cada nueva flor crece y se beneficia de la fuerza y la experiencia de los que estuvieron antes”.
Heidi Swapp
Las constelaciones familiares son una herramienta terapéutica, desarrollada por Bert Hellinger a partir de los años 80. Quien fue teólogo, escritor, pedagogo y psicoterapeuta de origen alemán, fallecido el 19 de septiembre de 2019 a sus 93 años de edad.
Hellinger descubrió que todo sujeto se encuentra influenciado mental, espiritual y emocionalmente por todos los integrantes de su sistema familiar, y por todos los hechos y situaciones que se sucedieron a lo largo de la historia y el devenir de la vida en ese sistema. Planteando así lo que dio en llamar Ordenes del amor, concepto que refiere a que el amor no es suficiente, el amor no basta, hay tres leyes que rigen los sistemas familiares y que cuando estas leyes se trasgreden, la persona y su sistema se desordena teniendo sus consecuencias de múltiples maneras.
Estas leyes son:
- La JERARQUIA, esta ley nos cuenta que en la vida hay un orden, el cual es dado naturalmente, quien vino primero, quien vino segundo etc. Por ejemplo, la pareja es dada antes que los hijos, primero está la pareja, después los hijos, y este orden marca roles funciones y responsabilidades. Cuando no son respetadas se desconfigura el sistema, entonces la pareja se desdibuja, el hijo se desordena. Es tan solo un ejemplo para pensar el orden.
- La PERTENENCIA, esta ley nos cuenta que absolutamente todos los integrantes y todos los hechos que se sucedieron tienen derecho a pertenecer, TODOS. Cuando juzgamos, rechazamos, criticamos, ocultamos, mentimos, renegamos, simplemente estamos excluyendo a alguien o a un hecho, y esto tiene un costo para el sistema. Rechazar a alguien o a algún hecho solo sirve para que eso siga creciendo.
- El EQUILIBRIO ENTRE EL DAR Y TOMAR, esta ley nos cuenta que debe existir un equilibrio entre aquello que damos y recibimos. La relación de padres e hijos nunca podrá estar en equilibrio, ellos dan la vida y los hijos la tomamos, la vida es un regalo que nos viene dado desde lejos. Toda relación se da por la necesidad de equilibrar lo que damos a la persona o grupo y lo que recibimos de regreso. Este intercambio es lo que mantiene viva la relación, lo ideal es que este intercambio sea positivo.
Nadie puede dar aquello que no tiene para dar. Por ejemplo, una hermana no puede dar como madre, porque no es su lugar su rol, no tiene para dar lo que el ser madre requiere, una pareja no puede darme como si fuera mi papá, es una pareja a la par. Son tan solo dos ejemplos para poder pensar esta ley.
A través de las constelaciones familiares podemos volver a mirar, pensar y sentir, la dimensión sistémica que dirige nuestras decisiones, emociones y destinos. Permitiendo tomar otra consciencia y así reorientarnos hacia mas vida, salud, amor y fuerza. Estar más disponible para nuestra propia vida y habitar nuestro lugar de adulto y nuestro destino.
¿Cómo trabajan las constelaciones familiares?
Se pueden desarrollar de forma individual o grupal. Cuando trabajamos de forma individual, se trabajan con vincores (representantes de madera), con plantillas, etc. Es decir, se puede trabajar con diferentes elementos que su única función es ser representante del sistema familiar del consultante.
Cuando el trabajo se da de forma grupal, los representantes son las personas.
En ambas formas de trabajo individual o grupal lo que se busca es mirar lo excluido del sistema, para poder incluirlo, y de este modo poder ordenar ese sistema, y así la fuerza para la vida alcanza a los integrantes y el buen amor tiene posibilidad de circular.
Los representantes de forma sensoperceptiva pueden percibir sensaciones, emociones, sentimientos, estados del sistema familiar con el que se está trabajando y con toda esta información que acontece en lo que se ha dado en llamar campo, el facilitador en constelaciones familiares desarrolla y facilita esta herramienta al servicio de la vida y de ese sistema familiar.
Es una valiosa herramienta de trabajo terapéutico, la cual es pertinente usarla cuando el consultante se encuentra en un proceso de terapia psicológica, dado que muestra, visibiliza y moviliza estados en quien la realiza.
Comparto una frase de una gran maestra que dejo huellas en mi persona:
“Podemos ser soberanos en nuestra propia vida, si trabajamos para ello”
Gracias Liliana Inglese.
Ps. Jimena Paola Sánchez
Psicóloga Matrícula N°6137
Espacio Tejiendo Lazos – Funes Santa Fe
