Soy Débora M. Lonano, Licenciada en Psicomotricidad, recibida en UNTREF (Universidad Nacional de Tres de Febrero), post grado en Estimulación Temprana y Diplomatura en Neurodesarrollo y Transdisciplina. En la actualidad me dedico al trabajo en clínica con niños, con problemáticas del desarrollo, con y sin discapacidad, también integro equipos interdisciplinarios.
De la misma manera trabajo en una clínica psicoterapéutica con adultos con problemas psiquiátricos y además pertenezco al equipo técnico de un Centro de Día y Hogar con personas adultas que presentas discapacidad intelectual. Soy miembro titular de la AAP (Asociación Argentina de psicomotricidad) y de la AASM (Asociación Argentina de Salud Mental).
Durante mis años de profesión y también de estudiante he transcurrido por varios centros educativos terapéuticos, participe de voluntariados en jardines de infantes, salitas de primeros auxilios, haciendo promoción y prevención de salud en la infancia, por medio de la facultad. Entre 2008 y 2017 fui ayudante de cátedra de la carrera.
En lo que respecta a mi vida personal, estoy casada hace muchos años, con Eduardo, tenemos dos hijos varones, Luca 20 años y Nahele 15 años, son la razón de mi vida y el motor a seguir proyectando.
Cuando elegí estudiar Psicomotricidad, tenía 27 años, mi hijo Luca en ese momento tenía 3 años, en el transcurso del primer año de la carrera estuve embarazada de Nahele, así todo seguí cursando, de a poco y con mucho esfuerzo. Al principio costó mucho, pero siempre fui perseverante, entusiasta y poniéndole mucha energía, sabiendo lo que me gustaba y lo que quería, hasta llegar a recibirme de licenciada, soy convencida de que cuando uno quiere y lo intenta se puede llegar.
Siempre me gusto trabajar con niños, creo que hay que apostar a la niñez, ellos son espontáneos, creativos, vitales, y son los futuros adultos del mundo. Por eso trabajar con niños requiere de un gran desafío diario y continuo, es poner el cuerpo en acción para poder trabajar con la constructividad corporal y en construcción psíquica de ellos.
En lo que respecta en la clínica psicomotriz, el trabajo con los niños, no es solo el que presenta una discapacidad severa, también puede ser con alguna problemática en la escuela, ejemplo: digrafía u otros, que no requiera una discapacidad en sí, pero requiere de una intervención desde la psicomotricidad, evaluar, hacer un diagnostico, intervenir, pero fundamentalmente acompañar y sostener al niño en este tránsito y a la familia.
Me apasiona lo que hago, le pongo muchas energías, mucho entusiasmo y sobre todo convicción, poder trabajar sobre lo que elegí es muy gratificante y estoy súper agradecida a la vida. No me imagino haciendo otra cosa. Me defino como generadora de proyectos, que siempre lo pienso, luego armo y trato de concretar. Mi cabeza funciona como una maquina (jaja), pensando y generando proyectos nuevos, a veces salen y los que no, les busco la vuelta.
Mas allá de la pasión que le pongo a mi profesión, porque no solo es el trabajo, sino que estoy siempre perfeccionándome y capacitándome con cursos, también tengo mis momentos de ocio, me gusta mucho las plantas, armo macetas, plantines, me gusta regalarlos, cuidar mi jardín, es mi desconexión, mi cable a tierra.
Para ir terminando la nota, me queda como asignatura pendiente poder independizarme laboralmente del todo, quiero decir, armar mi propio espacio dedicado a la infancia, seguir generando proyectos nuevos, armar talleres y brindar lo mejor de mí, asignatura que está en camino dentro proyectos futuros cercano.
Lic. Débora M. Lonano
Psicomotricista
Estimulación Temprana
psmdeboralonano@gmail.com
@psicomotricidad_cuerpoenaccion
