Desde mi adolescencia recuerdo hacer tareas, trabajo de voluntariado, tenía una atracción especial en mí, estar abierta y disponible para los demás. Ya sea con niños o adultos, con necesidades materiales o acompañarlos en sus necesidades emocionales o de salud física.
Diría que el voluntariado es una tarea silenciosa, donde aflora un compromiso distinto que con el trabajo que es remunerado económicamente. Porque remuneración hay, cuando mi corazón se expande, cuando sentís que tus dones y talentos están al servicio del otro de manera desinteresada, cuando logras una sonrisa, cuando ves resultados positivos y de bienestar, de alivio en las otras personas o comunidades. Cuando te ven llegar y se alegran de recibir visita después de los largos días de estar siempre en el mismo lugar. Cuando brindas herramientas y conocimientos para que puedan ir abriendo camino y sepan discernir.
Por lo general el voluntariado se relaciona con algo religioso, partidario o cuando sobra el tiempo. Pero es una vocación, que se expresa con el corazón.
Se comparte tiempo, acciones que genera movimiento y compromiso en otros también, es ir al encuentro del Otro, lo cual produce un ‘’efecto cadena’’, donde todos nos enriquecemos y lo lindo es que no se corta, es ‘’contagioso’’.
Es ver otras realidades, que muchas veces pensamos que son lejanas y distintas, pero hay algo en común la necesidad de ser tenidos en cuenta y de sentirnos queridos.
Las tareas de voluntariado son múltiples y hay en cada rincón donde vivamos. Si en tu interior hay algo que te sopla o resuena salir de vos, quizá es uno de los caminos. Te invito a que te acerques a las organizaciones sin fines de lucro, como las ONG o también dentro de los hospitales, pueden ser trabajos del ámbito de la educación, salud y sanidad, con personas mayores, asistencia y apoyo a familias.
El voluntariado es un modo y un camino de comprometerse con las necesidades existentes, que como todo trabajo no es fácil, se necesita equipo, constancia ,compromiso, responsabilidad, generosidad, pero mi motor es saber que le estoy suavizando un poco la vida al que esta necesitado.
Lic. Sofía Ciranna
Psicóloga
Asesora en Lanctancia
sofiaciranna@gmail.com
@mamacanguro.tl
Fuente imagen: El portal del hombre
