Maternar

La maternidad es una oportunidad para mirarnos, conocernos, tomar consciencia y realizar una transformación. Con el nacimiento de nuestros hijos nuestra vida cambia. Es valioso aprender a fluir en este transitar.

Generalmente, recibo muchas consultas para resolver dificultades del sueño, y el objetivo de estas consultas, en algunas oportunidades, suele ser que les dé una respuesta mágica para resolver estos problemas. Pero a través del encuentro se logra divisar que el tema del sueño en los bebés es solo una puerta de entrada para mirarse.

Se necesita de todo un proceso en el cual es imprescindible conocernos, aceptarnos reconocernos como padres, elegir hacia dónde vamos con nuestra modalidad. El dormir de nuestros hijos es una ventana más en la cual podemos mirarnos, reconocer nuestra biografía humana, revisar cómo queremos continuar nuestro transitar, que siempre fluye y nos transforma. La idea no es “dormirlos”, es “acompañarlos a dormirse”. Este cambio de enfoque, que parece tan pequeño, nos habla de quiénes somos.

Para mamás con bebés recién nacidos hasta alrededor de los 4 meses, hay algunas técnicas que pueden ayudar, como el abrazo con objetos, los objetos de apego y más. Los bebés son personales y cambiantes… Un gran desafío… Apropiarse de todo lo que se viene, estar atentas para transformar. No es lo que nos sucede sino cómo nos tomamos lo que nos sucede. La calma llega con muchas tormentas, con mucho movimiento.

A partir de los 4 meses, las dificultades de la noche no se resuelven con técnicas, es importante la conexión para encontrar las propias herramientas. Las dificultades en el sueño no se resuelven solamente con acciones durante la misma noche, es importante analizar cómo transcurre el día a día, cómo nos organizamos, qué tiempo de dedicación exclusiva tenemos en el juego con nuestros hijos, como pareja, con nosotros mismos.

Es necesario ampliar la mirada, ampliar la perspectiva, que la situación pueda mirarse diferente, desde distintos ángulos, y nos permita conocernos, tener mayor consciencia y así elegir quiénes queremos ser como padres y saber hacia qué tipo de crianza los formamos.

Un espacio para pensar desde el “elijo”

Muchas veces las dificultades del sueño se viven como una crisis; en realidad, son una oportunidad para ampliar la mirada, conocernos, reconocernos y elegir.

 Desde un contexto de conexión y una mirada profunda que nos conecte con nuestras propias herramientas y de a poco elegir quién quiero ser como mamá, papá y familia comienza tu dar, que es incondicional. Esa entrega requiere salirse del ego de uno mismo.

Surgen muchos rollos, muchos planteos con uno, con la pareja… Y muchas preguntas: ¿Qué tipo de mamá elijo ser? ¿Qué tipo de papá ¿Qué tipo de pareja parental quiero tener? ¿Qué tipo de familia quiero formar? ¿Hacia dónde voy? Preguntas que se editan y se reeditan a lo largo de la crianza de nuestros hijos, de la vida.

Para la formación de una familia armónica es necesario que puedan mirarse, reconocerse con luces y sombras, aceptarse, desde un lugar adulto, responsable y creador. 

Fuente Imagen: Por dentro


Lic. Claudia Imventarza

Lic. en Psicopedagogía

Especializada en Maternidad y Crianza

www.crianzayfamilia.com


Facebook: crianzayfamilia

@crianzayfamilia

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *