Lic. Vanesa Mata

Y nuevamente se confirma. Ser psicólogo, más que una profesión es una
forma de existir y habitar el mundo. Es parte de uno mismo y lo llevas
con vos tatuado en el alma, siempre y estés dónde estés.

Y te pueden
pasar cosas como estar en un hospital, esperando que atiendan a tu hijo,
y al ver a dos padres llorar desconsoladamente…te levantas sin pensar
pero sintiendo. Pedís permiso, te presentas y preguntas. “¿Los podemos
acompañar…?”
Y así, escuchando con amor de alma a alma, ves que las
lágrimas se van y se transforman en palabras. Abrazas la angustia y la
encausas.
Y ahí el camino aparece. Aparecen opciones, posibilidades,
probabilidades, derechos, que te encargas que se cumplan, sobre todo el
de brindar información…
Abrazas los miedos, el dolor, las visiones negativas y te las llevas con vos.
De repente gritan el apellido de tu hijo. Y te acordás que ahora se trata de tu vida y te volvés a meter en vos.
Mientras caminas hacia el consultorio del medico, tú hijo te dice: “Mamá vos sos medica!”
– No mi amor. Soy psicóloga.
– Ya sé, pero dejaron de llorar. Los curaste! Yo quiero hacer eso. Quiero hacer que nadie llore…me encantó lo que hiciste…”
– Hace lo que te haga feliz amor. Y lo mejor que hice sos vos.
Y
te quedas pensando en que esa frase quedó incompleta. Lo mejor que hice
es él, pero también elegir esta forma de habitar el mundo.
Cuando el Ser se une con el Hacer es una sensación mágica e indescriptible.


Lic. Vanesa Mata

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