Primera nota de este 2025 que te traigo de que se trata sobre «, las puertas que estamos dispuestos a abrir o cerrar hoy». Nos vamos a enfocar en cómo nuestras elecciones, creencias y perspectivas moldean las oportunidades y posibilidades en nuestra vida.
Las puertas que estamos dispuestos a abrir puede estar relacionado con un nuevo trabajo, una nueva pareja o tal vez un proyecto o un objetivo que te desafíe a la experiencia de abrir esa puerta .
En el transcurso de nuestra existencia, nos enfrentamos constantemente a puertas: metáforas de oportunidades, desafíos, relaciones y decisiones. Estas puertas no son solo externas; muchas de ellas se encuentran dentro de nosotros mismos, representando nuestras creencias, interpretaciones y emociones.
Abrir una puerta o cerrar una, implica más que un simple acto físico; requiere intención y coraje para cerrarla o disposición para explorar lo desconocido y avanzar hacia eso que identificamos. La ontología nos invita a observar cómo nuestras formas de ser —nuestras emociones, lenguaje y corporalidad— influyen en las puertas que vemos como accesibles o inaccesibles. te comparto estas preguntas clave que surgen desde esta mirada :
¿Qué creencias nos limitan o nos empoderan?
A veces, las puertas no están cerradas; somos nosotros quienes decidimos no tocarlas. Las creencias sobre lo que es posible, merecido o seguro pueden determinar qué tan lejos estamos dispuestos a ir.
¿Qué emociones nos acompañan frente a una puerta?
El miedo puede convertir una oportunidad en una amenaza, mientras que la curiosidad transforma la incertidumbre en posibilidad. Ser conscientes de nuestras emociones nos permite elegir cómo relacionarnos con cada puerta.
¿Cómo usamos nuestro lenguaje para abrir puertas ?
Las palabras que usamos, tanto con los demás como con nosotros mismos, crean realidades. Decir «no puedo» cierra puertas antes de intentar abrirlas; decir «exploraré» abre caminos nuevos.
¿Estamos dispuestos a dejar algo atrás?
Cada puerta que abrimos nos invita a despedirnos en algún momento de algunas de ellas porque ya cumplieron un ciclo y que hoy ya nos son funcionales para nuestra vida, para nuestros proyectos o aquello por lo cual la abrimos en ese momento . Este acto de soltar es esencial para avanzar hacia lo nuevo.
Las puertas que decidimos abrir no solo nos llevan a nuevos lugares; también nos transforman, cada puerta abierta nos invita a expandir nuestra forma de ser, a desafiar nuestros límites y aquellas que cerramos también forman parte de esa experiencia necesaria en nuestro camino de aprendizaje para seguir creciendo y a construir una vida más auténtica y alineada con lo que valoramos.
Te invito a que te tomes un momento, cierres tus ojos y observes todas esas puertas que se te presentan enfrente tuyo y respóndete estas preguntas :
¿Te acordas de la primera puerta que abriste?
¿Qué puerta queres abrir y que todavía no pudiste?
¿Cuándo estarías dispuesto a cerrarla para hacer realidad tu sueño, que costo tendría?
Derechos de autor: Andrea Gabriela Fernández
Coach Ontologico profesional
afernandezcoaching@gmail.com
Nota escrita en exclusiva para revista “Somos Infancia”.
Fuente imagen: https://competenciasdelsiglo21.com/
