La importancia de los vínculos en la salud mental


Más allá de lo individual, cuando pensamos en salud mental solemos enfocarnos en hábitos personales: ejercicio, descanso, alimentación, meditación. Todo eso es necesario, pero hay un factor que muchas veces queda relegado: la calidad de nuestros vínculos.

Desde el nacimiento, dependemos de otros para sobrevivir. Ese primer lazo nos enseña, sin palabras, qué es sentirse seguro y contenido. Más tarde, a lo largo de la vida, vamos tejiendo una red de relaciones que pueden sostenernos… o desgastarnos.

Refugios emocionales

Un vínculo saludable es mucho más que compañía: Nos contiene en momentos de crisis. Nos devuelve una imagen positiva de nosotros mismos. Nos impulsa a crecer y explorar.

No se trata de tener muchas personas cerca, sino de priorizar aquellas relaciones que aportan respeto, confianza y reciprocidad.

«Un solo vínculo genuino puede ser más reparador que decenas de relaciones superficiales.»

Preguntas para mirarnos hacia adentro: cuidar la salud mental también implica revisar cómo nos vinculamos: ¿Me siento escuchado y comprendido? ¿Puedo mostrarme como soy, sin miedo a ser juzgado? ¿Doy y recibo apoyo de forma equilibrada?

La trampa de la «conexión» rápida: vivimos hiperconectados, pero muchas veces, profundamente solos. Los mensajes instantáneos no reemplazan un abrazo ni una charla sin apuro. La cercanía emocional requiere tiempo y presencia real.

«Ningún chat reemplaza la mirada que nos comprende o el abrazo que nos contiene.»

Vínculos como pilar del bienestar, estudios confirman que las personas con relaciones sólidas y saludables enfrentan mejor las crisis y disfrutan más de los momentos felices. No porque la vida sea más sencilla, sino porque cuentan con un sostén emocional firme.

Cuidar los vínculos es también cuidarnos a nosotros mismos: poner límites a lo que nos lastima, buscar acercarnos a quienes suman a nuestra vida y, cuando es necesario, pedir ayuda.

«Nuestra salud mental no se construye en soledad: se teje entre los hilos invisibles de los vínculos que elegimos cuidar.»

Por: Marion Abal

Consultora Psicológica

Marion Abal

Cons. Psicológica.

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