A menudo nos encontramos tan sumergidos en nuestros rollos que aparecen pensamientos como: “Todo me pasa a mí.”” No tengo suerte en nada!” “Siempre me sale todo mal!”
¿Te resuenan estas exclamaciones?
Llenamos nuestra cabeza de pensamientos basura, y vamos acumulando… Y al igual que con los desechos del hogar, si no los sacamos, empiezan a contaminar.
Si te prestas atención, podes percibir que algo huele mal, que hay algo que te incomoda.
Sacar la basura mental también es necesario.
¿Y por dónde empezar? Por aquellas cosas que no tienen fundamento, que se esconden detrás de los miedos.
Aquí es importante REINTERPRETAR:
Todo me sale mal… ¿realmente todo?
Nadie me quiere… ¿Nadie?
Siempre arruino las cosas… ¿siempre?
No sirvo para nada… ¿para nada?
También revisar nuestros pensamientos condicionantes, esos que nos indican qué valores están desalineados y cuáles podemos reciclar.
¿Para qué me puede servir guardar esta creencia? ¿Qué me está advirtiendo?
Y en lo personal, una pregunta que me saca del “rollo” es: ¿Cuántas personas pagarían por tener mis problemas? Es mi pregunta despertador.
Detenernos y mirar a nuestro alrededor: familia, techo, comida, la compañía incondicional de una mascota.
Los problemas están, pero también tantas cosas por las que agradecer.
Para salir del modo queja, enfócate en lo que es tu responsabilidad: Solta el control y limpia tu cabeza de pensamientos contaminantes.
Dani Gallo
Neuroemoción -Coaching y Propósito
Fuente imagen: Seryhumano.com
