COVID- 19 grave en la infancia y la adolescencia

Estoy escribiendo esto un 25 de mayo, en Argentina ya hemos cumplido más de 1 año de pandemia.

Con diferentes políticas de contención y de mitigación del virus que ha puesto en jaque todas las estructuras gubernamentales y a cada uno de los sistemas de salud del globo.

Del SARS CoV2 ya se tiene un conocimiento muy amplio.

No solo se ha secuenciado su genoma, sino que la ciencia ha puesto toda su maquinaria en la producción de vacunas para lograr inmunización contra dicho virus.

Sin embargo, todos los días la comunidad científica descubre nuevas características ya sean clínicas como microbiológicas.

La COVID-19 en pediatría no es la excepción a esto último.

Se saben muchas cuestiones sobre como afecta el coronavirus a los niños, niñas y adolescentes (de ahora en más: N, N y A).

El Ministerio de Salud de la Nación Argentina adoptó los criterios diagnósticos aplicados en adulto para aplicarse en esta población.

Más allá que ciertas publicaciones destacan que la fiebre por ejemplo no es un síntoma cardinal de la sintomatología como así parece serlo en adultos.

A modo de recordatorio voy a dejar escritos los criterios diagnósticos: Fiebre de 37,5 o más; dolor de garganta, cabeza o musculares, dificultad respiratoria, tos, diarrea o vómitos y la pérdida de gusto u olfato.

Estos últimos dos signos tan relevantes en esta patología que desde hace ya unos meses se ha decidido que toda persona que los curse no necesita realización de estudios confirmatorios.

Ya tienen diagnóstico del cuadro desde el punta de vista clínico (excepto que requieran internación por algún motivo).

Los cuadros en pediatría suelen ser leves.

Con cuadros autolimitadas y con buena evolución.

Pero hay casos descriptos de moderada severidad como bronquiolitis, neumonías que requieren internación por la dificultad respiratoria.

O la hipoxemia progresiva (falta de oxígeno en sangre).

Cuadros de gastroenteritis que deshidratan a los pacientes.

Cuadros severos agudos asociados a COVID-19 y también está descripto el cuadro denominado como síndrome inflamatorio multisistémico asociado a COVID que se suele dar entre 4 a 6 semanas luego del episodio de COVID en N, N y A.

Se puede dar a cualquier edad pero los estudios indican un promedio de 8 años, se puede dar hasta los 21 años y se caracteriza por fiebre de 3 días de evolución, exantema (“manchas” en la piel), diarrea, vómitos y dolor abdominal.

Distintos grados de afectación cardiológica que van desde arritmias leves hasta cuadros severos asociados a falla del corazón.

Todo esto se da en el contexto de alteraciones en el laboratorio que orientan el diagnóstico.

Este cuadro no necesariamente lleva un diagnóstico positivo con rt PCR para SARS CoV2 sino que se puede asociar a serologías positivas.

Estos cuadros son severos, generalmente requieren internación en cuidados intensivos y ponen en jaque la vida de los N, N y A.

Es importante contar estos cuadros severos para que estemos alertas en nuestros hijos e hijas ya que a pesar de saber que los N, N y A son menos portadores del virus, contagian menos, no son la fuente principal de diseminación, una diferencia clara con los adultos este año, 2021.

Es un año muy diferente a la experiencia previa en donde las medidas restrictivas a esta fecha eran mucho más importantes y con mayor aceptación social.

Este año se viene intentando instalar restricciones con relativo éxito pero que ante los números de casos diagnosticados parecen ser insuficientes.

Esto es relevante para comprender que ante esta situación los N, N y A empezarán a contagiarse más progresivamente.

Aumentando así la casuística, por este motivo es muy importante seguir cuidándonos con las medidas ya conocidas por todos: quedarse en casa, solo salir ante una necesidad, higiene de manos con alcohol en gel en forma asidua, uso de barbijo, distanciamiento social de más de 2 metros con los otros.

No aflojemos con los cuidados, las vacunas llegan y se aplican a velocidades destacables, la población se irá protegiendo progresivamente.

Mientras tanto hagamos nuestra parte como sociedad.

Patricio Cascallar

Pediatra y emergentólogo pediatra

@pediatrapapa pcascallar@yahoo.com

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