Como enseñar a los niños a que nadie puede tocar su cuerpo

Educar en el valor hacia los cuerpos facilita que los niños y niñas desarrollen una sana autoestima, autonomía, autoconfianza y se relacionen con los demás desde el respeto a su cuerpo y al de los otros.

Además, el hecho de que aprendan a reflexionar sobre el cuerpo propio y de los demás, les ayuda a convertirse en personas sanas y responsables.Te ofrecemos algunos principios para enseñar a los niños sobre la privacidad de su cuerpo y ayudarles a desarrollar un sentido de intimidad y respeto por sí mismo.

-Habla con él/ella de manera abierta y directa sobre las diferentes partes del cuerpo, sus funciones, sus formas. Utiliza los nombres correctos de cada parte.

-Permite que exprese sus dudas y curiosidades, sin censurarlo.

-Facilita a tu hijo/a el descubrimiento y reconocimiento de las sensaciones agradables y desagradables que aporta el cuerpo. Los besos, las caricias, los abrazos, la distancia, los olores, sabores, el dolor. Cada persona tiene unas sensaciones en su cuerpo y nos ayudan a identificar lo que nos gusta y lo que nos disgusta, lo que genera cercanía o distancia

– Los niños a veces no reconocen las formas y partes del cuerpo apropiadas e inapropiadas de tocar. Explícale que nadie le puede obligar a hacer algo que le haga sentir mal, ni él/ella puede obligar a otros.  La ropa interior es un límite claro y fácil de recordar. “Nadie, excepto papá y mamá cuando te ayudamos, o los médicos cuando te curan, puede tocarte ni pedirte que le toques las partes del cuerpo que están tapadas por la ropa interior.

 – Mi cuerpo es mío: el niño debe entender que su cuerpo le pertenece, que nadie tiene derecho, ni jugando, a tocarlo de forma que lo obligue. Sé que la cultura latinoamericana acepta los besos y los abrazos sin fin. Yo soy así y mis hijos también. Pero es necesario sinceramente evitar abrazos y besos de desconocidos o poco conocidos. Un niño jamás debe ser obligado a tener contacto físico con quien no quiere.

 – La lista de las personas confiables: el niño necesita tener la certeza de en quién puede confiar. ¿Quiénes son estas personas: el papá, la mamá, los abuelos, la profesora? Quienes sean. Pero será muy importante para él que los padres identifiquen a estas personas dejando bien claro que el niño tiene a quien recurrir, que tiene realmente en quien confiar.

– Nadie puede tener secretos incómodos: el niño tiene que saber que no debe tener secretos con nadie que le pida no contar algo y que lo haga sentir mal o incómodo por eso. Si eso sucediera, tiene que enseñársele a hablar con alguien de su grupo de personas de confianza sobre ese secreto.

 – Ningún adulto desconocido pide ayuda al niño: me parece una regla de oro. Los padres deben aclararles a los hijos que no existe tal cosa como que un adulto desconocido pida ayuda al niño (sea en la puerta de la escuela, en la plaza, en el parque,…). Que quede bien claro en su cabeza: los adultos no necesitan ayuda de los niños, eso no existe.

El adulto pide ayuda a otro adulto. Con eso en mente, los niños no titubean en decir que no, aunque los padres les hayan enseñado a los hijos que deben ser amables. Así, si alguien los aborda de esa forma, ellos jamás deben seguir o creer en esa persona.

Fuente: Aleteia /Guia infantil

Fuente de imagen: Naran Xadul

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