En esta nueva nota se plantea la duda para tener presente en cada observación, evaluación, pronóstico o tratamiento.
En salud mental se considera relevante si contemplamos que en tiempos remotos se llegaba a conclusiones por características destacadas y/o determinantes sobre los síntomas o patologías presentadas por el sujeto que padecía. Por eso, en ocasiones, las intervenciones resultaban desfavorables, para el sujeto, cuando la decisión por parte del profesional idóneo consistía en el distanciamiento social o abandono del mismo. Hoy conocemos que varias de aquellas decisiones fueron erróneas y sin embargo en esos tiempos fue lo correcto, conocido y/o verdadero.
Los tiempos han cambiado y con ello la evolución en cuanto a la mirada en cada sujeto vinculado con la salud mental. Con cada mirada y/o posicionamiento profesional la palabra clave es: dudar. El término dudar se desarrolla aquí desde el punto de vista que no todo lo encierra el conocimiento de teorías actualizadas desde la formación profesional. Hoy estamos más seguros que aquellos profesionales de tiempos remotos, también estuvieron convencidos de su intervención. Generalmente, sin dudar han llevado a los/as niños/as, adolescentes o adultos a ser aislados o abandonados por los diferentes contextos sociales, incluido de las propias familias. Por ello se vuelve imprescindible pararnos en la duda, en tanto tener presente que las investigaciones en salud mental continuarán evolucionando y somos conscientes que nosotros también seremos historia.
Si bien la duda se extiende a todas las demás áreas de la vida misma. En esta ocasión el foco está puesto en los profesionales que trabajamos en el ámbito de la salud. Por “ensayo y error”. En éste caso, en el quehacer de los/as psicopedagogos/as quienes colaboran a maximizar y potenciar a los recursos cognitivos en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Dentro de ellos, se brinda un espacio para la sorpresa (duda). Es decir a todo aquello que, por características o patología nombradas, darían razones a lo imposible o improbable de que se logre o alcance.
Vanesa Ferreiro
Psicopedagoga
