Alguna vez les pasó esta desagradable experiencia que alguien les diga: “tu leche no lo llena”, “tu leche puede estar aguada” “tu leche lo hace crecer lo justo, necesita una ayuda”?
Muchas veces se plantea como solución lo que puede terminar siendo el problema. Causando además, un estrés innecesario a la familia especialmente a la mamá, que sale de la consulta frustrada y más confundida.
Qué quiero decir con esto? A veces se plantea darle otra leche como complemento porque el bebé aumentó “x cantidad de gramos”, o porque la lactancia está teniendo dificultades, y ese es el comienzo del verdadero problema.
Primero, hay que aclarar que el crecimiento tiene que ser evaluado por el pediatra en el consultorio, con una visión completa del niño. El peso es un número, que hay que darle sentido poniéndolo en el contexto de cada caso. Conocer al niño, su historia clínica completa, sus antecedentes, saber si cursó alguna enfermedad en el último tiempo, ubicar los datos de peso y talla en las tablas con percentilos y así poder graficar en el tiempo, la curva de crecimiento.
Como ven no se puede “en el aire” y sin conocer al paciente diagnosticar cómo es su crecimiento.
Ahora bien, si por algún motivo que no se justifica, el bebé recibe otra leche, ahí es donde se instala el obstáculo de la lactancia exitosa. Más aún si la mamá tiene la voluntad de dar el pecho y se encuentra con dificultades que nadie la ayuda a afrontar.
Con otra leche el bebé satisface su necesidad de succionar, se queda menos tiempo en el pecho, y empieza el círculo vicioso: menos estímulo de succión, menos producción de leche. El cuerpo fabrica lo que el bebé pide.
Lo que colabora con este círculo vicioso es la tensión, preocupación y estrés de estar pendiente de cuánto toma, si le alcanza, si la leche es buena, o lo que sea que les hayan dicho sobre la leche materna.
Por eso, otro punto que quiero destacar es: la lactancia es a LIBRE DEMANDA. Al pedir el bebé y la mamá ponerlo al pecho fabrica lo que el bebé le pide, estimulando con la succión, su producción.
Y para que la mamá pueda producir la cantidad de leche suficiente para el bebé, tiene que succionar con la frecuencia que necesita. REGLA DE ORO!
Succión de bebé = producción de leche materna (a mayor succión mayor producción)
Es importante que el bebé tome el pecho el tiempo que necesite y sea suficiente para él. Sin relojes, ni cronómetros. En lo posible que sea el propio bebé quien deje el pecho. Así se logran los dos beneficios fundamentales: la satisfacción del bebé por tomar la leche del final rica en grasas y, el vaciado del pecho para producir leche para la siguiente toma.
Buena posición para amamantar, comodidad, tranquilidad, relajación y miradas cómplices directo a los ojos del bebé: la fórmula perfecta para la buena producción, buen vínculo y sobre todo para poder disfrutar de lo hermoso que es seguir alimentando al bebé en su vida extrauterina. Fundamentalmente los primeros 6 meses de LACTANCIA EXCLUSIVA.
Que nadie te diga tu leche no es buena. Porque es la mejor y más perfecta alimentación para tu bebé. Avalado científicamente, dicho por todas las sociedades y academias de argentina y del mundo.
Confía en vos misma, confía en tu bebé. Paciencia y voluntad. Y frente a dificultades siempre un profesional podrá ayudarte.
Dra Viviana Cecilia Salomone
Fuente Imagen: guiadelniño.com