Trastorno Especifico del Lenguaje (TEL)

Hoy: Trastorno Especifico del Lenguaje (TEL)

Desde el 2016, cada 30 de septiembre se conmemora el Día internacional del Trastorno Específico del Lenguaje (TEL). Es una alteración de la comunicación que interfiere en el desarrollo, comprensión, adquisición y expresión del lenguaje en niños. Titulamos a esta nota: Trastorno Especifico del Lenguaje (TEL)

Trabajar con un niño que presenta TEL requiere que los actores del sistema educativo estén implicados y comprometidos en acompañarlo en su aprendizaje. Propiciando un cambio de un modelo educativo basado en la integración del niño a una educación inclusiva que le brinde una atención y materiales adecuados. Como así que trabaje en conjunto con los equipos de intervención que atienden al niño en los ámbitos sociales y sanitarios.

Aunque la principal afectación del TEL está en el lenguaje oral, presentando problemas para expresarse, también conlleva la dificultad de comprender lo que otros dicen. De ahí que pueden presentar problemas para escribir y leer, dificultades con las matemáticas y la comprensión del tiempo.

Si bien cada caso requiere de recursos particulares pensados de acuerdo a las necesidades de cada niño, se sugieren algunas estrategias para implementar en al ámbito escolar:

Emplear apoyos visuales para compensar sus dificultades de comprensión y para marcar la rutina del aula o de la tarea. Reforzar la mesa de trabajo con tarjetas visuales (por ejemplo, un pictograma que recuerde que hay que estar sentado). Utilizar calendarios de colores y fotografías significativas para ellos.

Es importante, anticipar la información de manera sencilla, estructurada y con imágenes ante cualquier actividad escolar fuera de la rutina habitual.

Asi mismo, ubicar al niño en un lugar donde pueda hacer contacto visual con el docente y le permita contemplar toda el aula, ya que es a través de la “vista” que muchos de ellos comprenden y se comunican con su entorno. Además, reforzaremos las áreas en las cuales se sientan cómodos y las potenciaremos al máximo.

Otro aspecto importante es, adaptar nuestro lenguaje, hablándoles despacio y sin romper la entonación y prosodia natural. Utilizar frases sencillas relacionadas con su nivel de producción y comprensión. 

Evitar enunciados interrumpidos o desordenados. Apoyar nuestro lenguaje con gestos naturales que favorezcan la comprensión del mensaje (señalar aquello a lo que nos referimos, frotarnos las manos si estamos dando la orden de lavarse las manos, etc.).

Más sobre el Trastorno Especifico del Lenguaje (TEL)

Evitar el uso de preguntas directas (¿qué es esto?, ¿qué quieres?). Emplear preguntas de alternativa forzada (¿qué es? ¿un auto o avión?). Hacer explícito en nuestro lenguaje que nos estamos dirigiendo a ellos (“Juan, vamos a la alfombra” en lugar de “todos a la alfombra”).

Proveerles rincones de juego adaptados a su nivel y apoyar su participación en este mediante la mediación del adulto.

Hacer de modelo para que nos imite, enseñándole patrones de juego para que pueda repetirlos en otras ocasiones con sus compañeros.

Trabajar la conciencia fonológica durante toda la etapa infantil, segmentando palabras en sílabas a través del juego. También podemos hacerlo con palabras que empiecen por una letra o sonido.

Observar la relación con sus compañeros en el aula, promover sus intereses y ofrecerles guiones de juego (“ahora eres el cocinero y puedes cocinar papas fritas, luego las comemos, después lavamos los platos”).

Como dijimos al inicio, éstas son solo algunas de las estrategias posibles de implementar en el aula.

Lo importante es pensarlas en relación a cada uno de los niños. Es el ámbito escolar un ambiente propicio y, más aun, necesario para llevarlas a cabo.

Lic. Adriana Amarilla

Fundación: Puertas a la Inclusión