Talleres de Preparto, una apuesta a la prevención y promoción de la salud mental materna

Cuando quedamos embarazadas, una de las primeras cosas que aparece por nuestra mente es el momento en que acontecerá el parto. Pasamos nueve meses preparándonos para ese acontecimiento tanto psíquica como físicamente. 

Imaginamos una y otra vez el momento en que se producirá el encuentro con esa persona que estamos gestando. 

En algún momento de todo este trayecto aparece la necesidad (a veces propia, a veces por sugerencia del profesional que acompaña nuestro embarazo) de buscar algún tipo de preparación para el parto. Y aquí encontramos una enorme variedad. 

Para poder elegirlo adecuadamente, primero tenemos que intentar aprehender qué es una preparación para el parto. 

La misma consiste en encuentros en los que se brinda información. Esta información intenta ser lo más integral posible, teniendo en cuenta que tanto el embarazo como el parto, son situaciones vitales que atraviesan a la mujer de manera corporal, física, psíquica, social y espiritual. Por lo tanto, un taller que se precie de abordar en forma integral este momento debería tratar desde los derechos de las mujeres, familias y bebés en el momento del nacimiento, hasta los recursos y herramientas adecuadas para poder transitar ese momento con alegría y serenidad. A su vez se pone a trabajar el cuerpo de la madre y quien la acompañe al momento de parir. Se habilita un espacio en el que poner en palabras las expectativas, los miedos, los mitos, para trabajarlos.

Quienes proponen estos talleres deben tener siempre clara esta premisa: se tratan de instancias de promoción y prevención.

¿A qué nos referimos con esto?

Dina Czeresnia afirma que la promoción busca modificar las condiciones de vida para que sean dignas y adecuadas; se dirige hacia la transformación de los procesos individuales de toma de decisiones para que sean predominantemente propicios para la calidad y la salud; y se orientan al conjunto de acciones y decisiones colectivas que pueden favorecer la salud y la mejora de las condiciones de bienestar.

En cuanto a la prevención, nos dice que se orienta más hacia las acciones de detección, control y debilitación de los factores de riesgo o factores causantes de conjuntos de enfermedades o de una enfermedad específica; su base es la enfermedad y los mecanismos para atacar mediante el impacto sobre los factores más íntimos que la generan o aceleran.

En este sentido, podría pensarse a los talleres de preparto como elementos que favorecen a que el parto tenga un desenlace lo más amable posible. Para ello, le explican a la mujer y a quien la acompañe qué va a sucederle, cuáles son los protocolos institucionales, dan herramientas no solo intelectuales sino corporales acerca de los modos de alivio del dolor, para que estas hagan marca en el cuerpo y no conlleve un esfuerzo recordarlas sino que puedan ser utilizadas con naturalidad en el momento del trabajo de parto. Hace lugar a lo emocional, a los miedos, a las dudas, a las incertidumbres que aparecen en la madre gestante y quien la acompaña, preparando a esta persona también para poder acompañar de modo óptimo a quien pare y poder disfrutar a la vez de la experiencia del nacimiento. A su vez intenta hacer posible la llegada al mundo de manera amorosa y respetuosa, dando a las madres y a los padres los conocimientos necesarios para tomar decisiones acerca de cualquier intervención que se pretenda hacerle a sus hijos e hijas en un momento tan crítico como es la transición de la vida intrauterina a la extrauterina. 

Por otra parte, los talleres de preparto previenen  la violencia obstétrica, tan naturalizada, acallada y ocultada. Las mujeres se llevan una información que les permite hacer preguntas a quienes corresponde sobre los procedimientos que suelen llevar a cabo, se abren a contar sus expectativas acerca del nacimiento de sus hijos e hijas y esto les permite decidir qué profesional y qué lugar es el que más se adapta a su deseo y sus necesidades.

Prepararse para la maternidad es poner el cuerpo a todo aquello que se desea, es darse palabras y voz propia para que el nacimiento sea un momento de protagonismo y que nada ni nadie se los pueda quitar.

Maria Laura Barrera / Rocío Maidana Ávila

@gestandomaternidadesrosario

Doulas – Preparadoras Prenatal -Asesoras en Lactancia Materna

rmaidana.92@gmail.com   / mlaurabarreramb@gmail.com

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