Ser Padres es en principio, un acto de amor

Dar a luz a nuestros hijos es un proceso en principio psicológico.

La necesidad, el deseo, la posibilidad de planificar formar una familia, implica gestionar emociones que nos permiten dar inicio, acompañar y finalmente alojar al hijo por venir.

La llegada de mi primer hijo, fue un proceso que se planificó tres años antes de su advenimiento. Es simple y complejo a la vez, ya que en esos años previos comenzamos a contar con la posibilidad como algo concreto, ya no imaginariamente.

A partir de allí emprendimos un viaje donde lo soñado y planificado se haría realidad. Sería capaz de llevar a cabo una tarea tan difícil, podría hacerlo, necesitaría ayuda, me saldría todo como se espera. Eran todas preguntas que se respondieron con el paso de las experiencias con una sola palabra: amor: la brújula es el amor. Y con eso ya estaba.

Todo saldría bien. Y lo que no: lo explicaría cuando de algo me las reclamen. Luego de tantos preparativos, se produjo el encuentro. magistralmente, majestuoso entre tres. Amar, llorar, sentires profundos, inconmensurable presencia. El inicio del camino estaba en marcha.

El primer hijo, nieto, el primero de los primeros. Cuanto amor se donó, cuanta felicidad comenzó a circular. No hay más. La llegada de un hijo es la experiencia más impresionante que tenemos como seres gestantes y padres acompañantes. Es única, de tremenda magnitud. Desafía el coraje, la competencia afectiva para acompañar y alojar, desafía la necesidad de romper planes personales, para incorporar procesos compartidos donde lo primero ya no es uno. Sino el otro, el que aún no puede solo y hay que acompañarlo. Es el que nos necesita para sobrevivir. Para calmarse, para estar, para sentirse que no está solo, para regocijarse cuando todo va bien, es el que con los olores, sabores y el tacto reconoce a su partenaire como el único que lo salva ante tanta inmadurez e impotencia para salvarse.

Ser padres, no es fácil. Hay aciertos y desaciertos, etapas de grandes aprendizajes y otras de calma, situaciones que aclarar y otras que agradecer. Momentos de sabiduría y otros de desconcierto. ser padres es en principio un acto de amor. Me siento orgullosa de mis hijos.

A ellos estas palabras.

Agustín y Valentín. Los amo.

Lic. Andrea Biagiola

M.P. A 3101

andreabiagiola@hotmail.com

@ lic.biagiolaandrea

Fuente Imagen: TV Crecer

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