La respuesta es fácil.
El primer juguete que tiene su bebé es su propio cuerpo. Sus manitos, sus pies, descubrir como rolar para un lado y para el otro, reptar, hasta lograr los cambios posturales.
Luego será el rostro del otro… investigarlo, tocar sus orificios, imitar los movimientos, los sonidos y descubrir el mundo circundante.
Más allá de los juguetes u objetos, tenemos que poner el acento es en el jugar y a que juego nos jugamos.
El jugar me compromete, me implica, me hace poner a nivel de mi bebé y tratar de descubrir cual es su deseo… por donde quiere que se desarrolle el juego.
Es muy importante que tanto el que cumple función materna y paterna, cuando llegan a la casa luego de una jornada de trabajo, puedan sacarse los zapatos, dejar el celular y disponerse a jugar.
Disponerse es estar con todos los sentidos presentes en ese momento con mi bebé con ganas de tener un encuentro de placer y juego y que me quede a mí como a mi bebé ese rato de encuentro de miradas, risas, gorgojeos, felicidad que solo lo dará ese encuentro.
¿Con qué juguete? Y… no se! Quizás sea solo los cuerpos que se acercan para hacerle cosquillitas y consigan con solo el ritmo de espera hasta que llegan esas cosquillas da ese placer de que aquí: comenzó un juego.
Claudia Zaid
Lic. en Psicomotricidad
Especialista en Vínculo Temprano
Grupos de Crianza
@crianza_claudia_zaid
Fuente imagen: Mundo bebé
