Niños héroes

A veces pensamos en la palabra «héroe» y la asociamos con grandes hazañas, capas voladoras o escenas de acción. Pero, en realidad, los verdaderos héroes también caminan entre nosotros… o más bien, corren, juegan y ríen. Ellos son nuestros niños. Pequeños, sí, y los mas grandes también, que con el correr del tiempo, van creciendo y también se vuelven héroes mas experimentados… Aunque no lo veamos, ellos tienen una valentía inmensa, de esas que se cuelan en los gestos más simples del día a día.

¿Por qué se me ocurrió hablar de esto?

Porque en general, la vida pasa en el cotidiano del día a día, y seguramente no nos detenemos en ver y pensar en cuantos momentos nuestros niños se convierten en héroes. Un niño es un héroe cuando se anima a dormir solo por primera vez, aunque le cueste, también cuando enfrenta su primer día de clases, con una mochila más grande que él y un nudo en la panza, con nervios sin saber que le espera en su nueva etapa; cuando decide compartir su juguete favorito con otro niño que llora.

O, cuando existen cambios en su dinámica familiar como una mudanza, o una separación o incluso la perdida de un ser querido, ellos son héroes que enfrentan a cada situación, sin tener las herramientas que si tenemos los adultos, y se adaptan. La infancia está repleta de momentos donde se pone en juego el coraje de crecer.

También son héroes cuando preguntan lo que no entienden, cuando se animan a decir «me equivoqué» o cuando, con sus palabras simples y sinceras, consuelan a un adulto sin siquiera saberlo. La ternura y resiliencia oculta con la que enfrentan cambios, pérdidas o frustraciones es muchas veces más admirable que cualquier acto de películas.

Quizás aveces subestimamos a los más pequeños, sin notar que ellos también atraviesan desafíos, adaptaciones, dolores, miedos… y lo hacen con una entereza que emociona. Como cuando un niño acepta con naturalidad un nuevo hermanito, cuando aprende a esperar su turno o a lidiar con el enojo sin gritar. Son aprendizajes que implican un gran esfuerzo emocional, y sin embargo, los van conquistando paso a paso.

Los niños nos enseñan a ser valientes desde la autenticidad. Nos recuerdan que la valentía no siempre se ve como una gran escena de película: a veces se parece más a levantar la mano en clase, a decir «no quiero» con firmeza, o a caerse y volver a intentarlo.

Por eso, celebremos a estos héroes silenciosos. Escuchémoslos, miremos más allá de lo evidente. Acompañarlos en su camino también es reconocer su coraje. Porque cada vez que un niño se enfrenta a algo nuevo, difícil o incómodo, o situación de salud donde implica poner el cuerpo con miedo, lo acompañamos y con el corazón abierto, sabemos que está haciendo un acto de heroísmo cotidiano.

Y tal vez, si aprendemos a verlos así, también nosotros volvamos a conectar con esa valentía que alguna vez tuvimos de niños sin darnos cuenta. Y mas aun, a valorar todo lo que hacemos nosotros, por esos niños.

Gabriela Colodro

Autora, Coach, Creativa 

Gabriela Colodro

@historiasdegaby @soygabycolodro

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