Las trampas de las redes sociales en la vida saludable

Somos lo que comemos” una frase muy viral y muy escuchada de hace muchos años. Que hoy en día, me permito cuestionarla porque entiendo que no solo consumimos comidas y nutrientes. Entonces me pregunto, ¿Qué pasa con lo que consumimos?. ¿Somos lo que consumimos? o ¿lo que consumimos nos determina como “debemos” ser?. Titulamos a esta nota: Las trampas de las redes sociales en la vida saludable

Y cuando hablo del verbo consumir no me refiero a comida ni alimentos, me refiero al consumo de redes sociales, al consumo de imágenes y estereotipos de vida, de cuerpos y específicamente a lo que se muestra como la forma de alimentarse “SALUDABLEMENTE”.

¿Qué pasa con toda esa cantidad de información a la que estamos expuestos todo el tiempo, todo el día, todas las horas? ¿Influye en nuestra elección de alimentos? ¿Influye en nuestra manera de mirarnos el cuerpo? ¿Influye en cómo nos sentimos?

¿Qué hay cuando veo un estilo de alimentación categorizada bajo el nombre de sano o saludable?. Que me muestra que para lograr esa alimentación tengo que dejar de comer harinas, tengo que dejar el dulce de leche, tengo que dejar de tomar café. También dejar las carnes, tomar licuados de vegetales por las mañanas, cocinar mis propios panes de legumbres (cocinar por supuesto, porque al mundo saludable que consumimos, la comida comprada no es una opción), y un sinnúmero más de cosas que podría seguir nombrando.

¿Qué hay cuando veo un estilo de cuerpo categorizado como saludable que me muestra que para que mi cuerpo sea sano tiene que tener determinada contextura, un determinado peso y forma.?

¿Qué pasa en nosotros cuando nos encontramos ante este panorama?. Que no deja de ser un mundo de exigencias, al que no todas las personas queremos y podemos cumplir.

¿Qué pasa cuando no encajamos en ese único estilo de vida saludable? ¿Qué pasa cuando no encajamos en ese único talle de ropa? ¿Qué pasa cuando llego a mi casa de un día arduo de responsabilidades y no tengo ganas de cocinar, y elijo pedir una pizza? En ese entonces: ¿ya dejé de ser una persona sana?. ¿Ya no puedo lograr hábitos saludables que me acompañen en mi vida?. Claro que no dejaste de ser una persona sana y claro que si podes lograr hábitos saludables que se adapten a tu vida.

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Ahí está la trampa de creer que lo que vemos en las redes sociales es la única forma verdaderamente saludable de vivir y alimentarse. Esta creencia nos lleva a pensar que solo existe un estándar de salud y una manera aceptable de tener un cuerpo. Pero el categorizar a la salud de una sola manera, no solo nos coloca bajo una presión innecesaria, sino que también es un grave error.

Las trampas de las redes sociales en la vida saludable

Debemos ser cautelosos con lo que consumimos en las redes sociales. Ya que puede llevarnos a pensar que, si no cumplimos con esos estándares, no pertenecemos al grupo de personas sanas y saludables y cuando nos damos cuenta de eso nos sentimos desanimados. Las exigencias generadas por el consumismo en las redes sociales pueden ser abrumadoras.

Y ante esta nota no voy en absoluto en contra de las corrientes vegetarianas, veganas, ni ninguna otra, solo destaco la importancia de entender que todos somos diferentes, que no tiene por qué darnos placer las mismas cosas.

Sepamos entender que todos los cuerpos son bellos en su forma y que eso es sano. ¿De dónde salió la idea de que solo el cuerpo delgado es sano? Qué paso con el resto de las personas que no seguimos los estándares que la sociedad impone, ¿no somos sanos? ¿No pertenecemos a ese grupo entonces? Claro que sí.

Es importante recordar que la salud es diversa y personal. No hay una única forma correcta de ser saludable. Debemos ser amables con nosotros mismos y reconocer que cada cuerpo es único y merece ser tratado con respeto, independientemente de cómo se vea o se compare con los estándares de las redes sociales.

No queramos categorizar a lo sano de una forma. Entender que todos somos diferentes es la clave para proponerse el logro de la creación de hábitos que nos hagan sentir mejor en todos los aspectos de la vida, mejor físicamente, mejor emocionalmente y mejor psicológicamente. Un hábito saludable que genere daño psico-emocional, no es un hábito saludable.

Te invito a dejar de consumir imágenes, estereotipos de cuerpos y formas de alimentarse. Te invito a dejar de consumir exigencias y te propongo indagar en tu propio vínculo con el cuerpo y la comida.

Lic. Rocío de la Fuente

Lic. en nutrición

Cel: 2954320095

Fuente imagen: https://theobjective.com/

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