La maternidad de las redes

Tiene el pelo perfecto, ni uno afuera de su lugar. El efluvio telógeno pareciera que no pasó por esa cabeza, mientras vos estás quedándote pelada o con una pelusa que en cualquier momento te obliga a raparte. Te habla de su rutina de pelo que pareciera ser similar al de Rapunzel y vos te preguntas “cómo miércoles hará?”

Le mandan el canje de la manicura a domicilio y muestra las uñas largas, rojo Cadillac, perfectas, redondeadas. La última vez que las tuviste así fue para una entrevista laboral. Ni en tu casamiento, porque estabas nerviosa y te las mordiste. Muestra las manos y vos pensás que cómo puede ser ese nivel de perfección si tiene un bebé de la edad del tuyo que siempre tiene la ropa combinada, y está hermoso, y ella siempre está hermosa y vos todavía no lograste hacer pis.

Muestra su rutina de ejercicio, que hizo durante todo el embarazo para llegar mejor. Le habían hablado algo sobre su curva de glucemia y ella se asustó y se cuidó como nunca antes. Le hizo super bien. Está espléndida. Hermosa como siempre, con su cuerpo ultra real, imperfecto pero gracioso, y evidentemente super mega cuidado. Sigue haciendo ejercicio. Una mezcla de zumba con pilates que super recomienda con su profe de siempre que es un amor. No tenes dudas de que seguro es cierto. Y seguro lo es. Pero aunque te encantaría hoy a la tarde tenías que entregar un proyecto y tu hijo más grande no se quiere conectar más al zoom y el más chico empezó a controlar esfínteres y te hizo pis en toda la casa.

Sus fotos son impecables, su casas siempre tiene todo en su lugar y la luz que entra por su ventana pareciera hasta más feliz que la que entra por la tuya. Todo en su casa se ve alucinante, como si los ratones y gorriones de Cenicienta la ayudaran a limpiar y arreglarse todas las mañanas. Sus hijos no tiran cosas por todo el piso como en tu casa. Y nadie grita. Si salen en cámara de forma espontánea están diciéndoles “mamá mamá” y dándoles un beso gigante en cámara.

Y vos te preguntas cómo hacen. Cómo logran que todo en su casa siempre esté perfecto, su pelo brille, su luz sea perfecta, tengan tiempo para hacer ejercicio, ir al super y encima hacer todos los videos de todos sus canjes y los sorteos y el tunear esas fotos y todas esas cosas que hacen que vos sientas que tu maternidad sea inferior. Que ellas van en maternidad de primera clase y vos sólo sacaste maternidad en clase turista.

Dejame decirte la respuesta, madre amiga. Para que no sufras ni te pongas mal. Para que se diga en voz alta y nos caiga sobre las cabecitas como un bálsamo: Ser perfectas es su trabajo.

Es así. Es su trabajo. Estoy segura de que vos entregas en tu trabajo cosas perfectas o lo más perfectas posibles. Y que intentas que todo esté mas o menos bien para que puedas seguir rindiendo en ese trabajo que puede que te guste mas o menos pero que es tu trabajo y ya. Seguro que intentas verte lo mejor posible, que todo esté lo más ordenado posible, que tener todo bajo relativo control.

Quienes trabajan en las redes tienen ese mismo trabajo. Y al igual que vos, también intentan que se vea lo más fácil posible. Relativamente improvisado. Natural. Se dio.

Pero no. No lo es. Las fotos, los espacios fotografiados y las construcciones son eso. Un espacio construido para que se vea bien. Se sacan mil fotos, se hacen mil videos probablemente, se edita, se elige. Se transforma en algo que es una parte de la realidad. Del otro lado de la cámara hay juguetes tirados por cualquier lado, y manchas en la pared, pilas de ropa sin lavar y hasta alguna que otra pelea a los gritos porque no siempre todo sale como se quiere. Para que (este trabajo) transmita una idea de maternidad real, a veces se vuelve un tanto irreal. Pero es eso. Es un trabajo.

Un trabajo que acompaña todo lo real.

Los miedo sy las frustraciones, el tener que elegir colegios, el comprar ropa, las manchas que no salen, la casa que no esta tan limpia como queremos. La vida que parece un caos pero realmente es tan hermosa.

Así que acá viene lo más real que te puedo dar, amiga madre. Realmente lo estás haciendo bien. No hay vuelta que darle. Todo tu esfuerzo vale oro y es hermoso. Sos verdaderamente la mejor madre que podes ser, te preocupás, te interesás, comparás información con cariño. Buscas la forma más inequívocamente genuina y honesta de criar con contención, amor y respeto. Hacés lo que podés, y el hecho de que te lo cuestiones hace que siempre estés mejorando. Todos hacemos lo que podemos.

Y algunos otro simplemente lo fotografían mejor.

María Sol Cabezas Hurtado

Pediatra

@mamipandapediatra

mariasolcabezaspediatra@gmail.com

Fuente imagen: bebes y mas

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