Encontrar la calma con nuestros hijos

¿Cómo puede ayudar la crianza con atención plena?

Podemos ayudarlxs mostrándoles que los pensamientos se expresan como oraciones, frases e imágenes en nuestra mente, y desencadenan emociones que son sentimientos internos que muchas veces etiquetamos para comunicarnos y entendernos: enojo, alegría, tristeza, etc, influyendo en nuestras decisiones.

Algunos de ellos como “me cuesta hacer la tarea de matemáticas y los demás piensan que soy tontx, y esto me pone mal.”, “me preocupa sentir miedo de noche y no poder quedarme en la casa de Pedro a dormir… “

Son oportunidades valiosas para mostrarles la relación entre sus pensamientos, sus estados emocionales y como esto determina e influye en lo que hacen.

¡Les propongo un ejercicio para practicar!:

Ejercicio de visualización

Si hay pensamientos que preocupan a tus hijos y los inquieta, podes prácticar con ellos:

“mira los pensamientos que te preocupan; elegí uno de ellos, soltalo al aire, míralo irse de tu cabeza y alejarse flotando en el aire. Cada vez que con calma soltás el aire, también soltás los pensamientos que te preocupan.” (podemos preguntarle cómo se sentía antes y después de hacer esto, para que puedan observar el movimiento de las emociones, e ir incorporando que no son eternas, que fluctúan).

O

“Visualiza los pensamientos que te inquietan, elegí uno de esos y guardalo dentro de la lata de galletitas. Ponele la tapa y déjala en la alacena. Así el pensamiento ya esta fuera de tu cabeza”.

No tenemos que pelearnos con nuestros pensamientos ni con las emociones difíciles y dolorosas. Podemos observar nuestros pensamientos con aceptación y una mirada abierta, en lugar de querer que desaparezcan, querer huir “no quiero pensar en esto”, o querer cambiarlos “ya no quiero seguir pensando en la situación de ayer”.

Somos más que nuestros pensamientos y emociones, que son visitas que vienen y se van. Identificar, y reconocer las emociones que generan nuestros pensamientos, abrazándolas sin juzgarlas. Son parte de nuestra naturaleza.

Podemos enseñarles a establecer contacto con la experiencia, con ellos mismos y con el mundo que los rodea. Y con el tiempo aprenderán a tolerar sus diversas experiencias, sean cómodas o no, llegando a observar que todo pasa.

Ser empáticos, orientar y sumar así a la vida de nuestros hijos sin dirigir su conducta.

Nuestros hijos se enriquecen si al recurrir a nosotros encuentran compasión, empatía, aceptación en esos momentos difíciles.

Belinda Tancredi

Psicóloga 

Abordaje cognitivo conductual sistémico

Familias, crianza, adultos, adolescentes

@Belinda Tancredi

belindatancredi1@gmail.com

Fuente Imagen: Sapos y Princesas- El mundo

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