Cuando no podes con todo, ¿cómo te tratas?
Cuando las horas del reloj no alcanzan a cubrir el tiempo que necesitas para hacer todo que te propusiste en el día.
Cuando tu pobre cuerpo no responde a tantos frentes que te proponen (y te propones).
Cuando el listado mental de “tengo que” es inagotable.
¿Cómo te tratas?
Muchas veces las exigencias nos vienen de afuera, pero muchas otras son auto-impuestas. Solemos manejar altos niveles de exigencia y no alcanzarlos. En esos momentos, el malestar se hace presente, te sentís cansado/a, frustrado/a y además maltratado/a por tus propias voces internas. Con un discurso duro, te juzgas y críticas por no poder con todo, y lo único que logras es potenciar tu malestar. Perdiendo de vista que lo único que necesitas frente al sufrimiento es tratarte amorosa y compasivamente.
La compasión es el conjunto de capacidades que tenemos todos los seres humanos para responder al sufrimiento propio y ajeno. Requiere de una primera instancia en que registramos el sufrimiento y conectemos emocionalmente con él, para luego dar lugar a un genuino deseo y la motivación de aliviarlo.
Llevar compasión a tu vida en momentos difíciles no significa minimizar ni negar lo que te está pasando, tampoco sentir lastima, muy por el contrario, es una invitación a tomar consciencia de todo por lo que estas pasando, abandonar la critica que te agobia y tratarte con mayor suavidad.
A veces resulta más fácil practicar la compasión con otros que con uno mismo, por ello te invito a hacer un pequeño ejercicio: imaginar una persona que amas profundamente quien está pasando por esa situación difícil que te atraviesa, que está sufriendo y además está siendo muy crítica consigo misma. ¿Cómo imaginas se siente? ¿Qué le dirías? ¿Qué harías para ayudarla?
Ahora te invito que practiques esa calidad de trato con vos mismo, que te trates con compasión y ternura cada vez que no puedas con todo.
Lic. Valeria Ormaechea
Psicóloga
@puntodecalma
Fuente Imagen: Behance
