Bullying

Son muchos los niños que padecen bullying por parte de sus compañeros. Lamentablemente muchísimos más de los que registramos. Porque el bullying va acompañado del silencio. La mayoría de los niños que sufren las burlas, segregación u hostigamiento por parte de sus pares, no lo cuenta a los adultos. La mayoría chicos que son testigos del bullying, no lo cuenta a los adultos y obviamente no tienen herramientas para frenar el maltrato.

El bulliying es un hecho social. Que se produce en grupos. La responsabilidad de evitarlo es de docentes, coordinadores, profesores, entrenadores deportivos. Los grupos de niños en general pero las escuelas en particular tienen dos grandes funciones: la transmisión de conocimientos y la socialización. El bullying es una muestra de que deben atenderse los aspectos sociales y de dinámica del grupo. Si surge malestar entre los chicos, es una señal de que en algo estamos fallando los adultos. Los niños deben ir contentos y confiados al colegio, no con temores

El bullying causa dolor, baja autoestima y en ocasiones dificultades de aprendizaje. Si un niño está en la clase pendiente de cuidar sus útiles porque los compañeros se los esconden, si está preocupado o angustiado por lo que ocurrirá en el recreo, difícilmente pueda aprender a la par del resto. Si teme preguntar por miedo a parecer tonto, no logrará comprender las clases.

Eventualmente el niño que sufre bullying podrá recibir ayuda de un profesional para aliviar la angustia, dolor, furia e impotencia que le causó la situación. Pero no padece de ninguna patología. No hay nada en las víctimas que justifique la violencia.

Aún durante la cuarentena y las clases virtuales se produjeron un montón de hechos de bullying. Hay chicos que recibieron memes o burlas por partes de sus compañeros. Niños a los que no los invitaron a reuniones por zoom. Niños que reciben mensajes agresivos por parte de sus pares. La pandemia nos sorprendió a todos. Los colegios debieron adaptarse muy velozmente a cambiar el método de enseñanza pero sin mala intención los aspectos sociales y de integración grupal quedaron en segundo plano.

Somos los adultos quienes protegemos y cuidamos. Somos los adultos quienes tenemos la responsabilidad de generar espacio para todos los niños, independientemente de sus capacidades físicas, de sus gustos o intereses. Todos somos distintos. No hay mejores y peores entre las personas. Sabiendo que el bullying se padece en silencio, somos los adultos quienes podemos estar atentos e intentar escuchar lo que nuestros hijos no cuentan.

Lic Marina Halperin

Psicóloga Clínica.

Atención Niños, Adolescentes. Orientación a Padres 

marinaphalperin@gmail.com

@inconscientes.asociados

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