Acercarse a la práctica del yoga cuando estamos gestando en muchos casos, me animaría a decir en su mayoría, es un acto intuitivo de la madre, sabemos que en estos espacios que brindan estas prácticas encontraremos la contención y el cuidado que necesitamos en un momento tan especial como es el embarazo, sabemos que será una experiencia suave y relajante para nuestro cuerpo que en estos momentos está atravesando muchísimos cambios y son tan estresantes para asimilar y aceptar mientras ocurren de una manera veloz. Porque sabemos que el eje de cada práctica es la conexión con el bebé, con nuestras emociones en constante altibajos, porque sabemos que nuestro cuerpo será respetado, nuestros tiempos también y habrá una escucha abierta de parte de la instructor/a , que sabrá darnos apoyo en cada postura, nos hará sentir cómodo a nuestro cuerpo con muchos almohadones, nos sostendrá la espalda cuando busquemos equilibrio sobre una esfera o nos cubrirá con una manta a la hora de la relajación, porque esperaremos ansiosamente unos masajitos en la cintura que tanto molesta con el peso de la panza que no para de crecer, porque el shala antes de nuestra llegada será hermosamente ambientado, calentito, sahumado, con velitas, un mantra que se escucha de fondo, quizás un tecito que nos energice.
Porque nos uniremos junto a otras madres y nos iremos acompañando, creciendo en empatía, despidiendo a la que ya se acerque a su fecha de parto con mucha emoción y dando bienvenida a la que está en sus primeras semanas de gestación renovando el círculo una y otra vez.
Yoga Prenatal es ese espacio que elegimos alojarnos durante esta etapa porque es tan seguro como nuestro vientre, como nuestro útero para nuestros hijos.
Namaste.
Grace Romero
Doula e Instructora de Yoga pre y post natal
1155868201
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Fuente imagen: esterillayoga.es
