Disney y Pixar lo han vuelto hacer creando dos emocionantes películas que te harán sacar algunas lágrimas. Esta vez, los dos líderes de las películas animadas han producido algo que va directo al corazón y que seguramente conmoverá a los espectadores de todas las edades. Estos son dos cortometrajes que, a pesar de su corta duración, son una concentración de sentimientos con un tema importante para la sociedad actual: el autismo.
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La película es una adaptación de la historia real de Bobby Rubio, director y autor del mismo Pixar. Rubio decidió contarle a su familia y especialmente a su hijo Alex con sus animaciones. Crecer como un niño con autismo se ha convertido, además de un desafío como padre, en un estímulo para contar una historia fantástica y valiente.
La película comienza con un padre, ese es su propio Rubio, que juega con su hijo en el patio trasero. El padre toma un diente de león y sopla sobre las esporas y las lanza al aire. Mientras los pétalos vuelan delgados, incluso el niño vuela unos metros y los vecinos lo notan con miedo a la capacidad del niño. La historia luego se traslada a un patio de recreo similar en Jordan Park en Oakland. El niño se aleja de su padre, quien está frustrado y desanimado al enfrentar la vida de un padre con un niño autista. La escena es ciertamente familiar para todos los padres, especialmente aquellos que enfrentan una situación similar todos los días sin caer en las dificultades de la vida y siempre parados junto a sus hijos.
«Mi esposa vio que no estaba asimilando bien el diagnóstico de autismo de mi hijo y me preguntó:» ¿Por qué no cuentas tu historia? «, Dijo Bobby Rubio . Nunca el consejo ha sido más providencial y útil que esto. Ahora todos los padres, y otros, pueden disfrutar de un pequeño pero especial cuento de hadas moderno que nos hace redescubrir el coraje y la fuerza para enfrentar obstáculos aparentemente insuperables que pueden transformarse en grandes alegrías.
