Historia del masaje infantil y sus beneficios

El Masaje infantil es una antigua tradición que data de los comienzos de los tiempos.

Por eso decimos que el masaje es una tradición y una llave para el vínculo.

Vimala Mc Clure, una escritora americana, introdujo el masaje infantil en EEUU en los años 70, luego de viajar a La India y trabajar en un orfanato.

Pudo ser testigo fiel de los beneficios del masaje hindú en los bebés, y observado una forma de comunicación muy amorosa a pesar de la pobreza.

Entre sus anécdotas relata sobre la experiencia de una niña de doce años que se encargaba de dar masajes a los infantes recluidos y así comprobó cómo evolucionaban en su desarrollo, aún cuando no estaban nutridos adecuadamente.

Vimala atribuyó este fenómeno a que los niños recibían masajes diarios.

Ya de regreso en los Estados Unidos, comenzó a investigar los efectos del masaje en los infantes y específicamente en los recién nacidos.

Fue así como desarrolló un programa de masaje infantil, incorporando en su método, lo observado y aprendido en la India, apoyándose en sus estudios sobre el masaje Sueco, algunos principios de la reflexología y el yoga, y además lo pone en práctica con su primer hijo.

Por generaciones, madres de todo el mundo han sabido que su contacto y movimientos amorosos ayudan a calmar, tranquilizar y comunicar su amor a sus bebés.

La ciencia ha demostrado ahora que el masaje puede hacer todo eso y más.

El masaje infantil trae beneficios psicológicos y físicos, a ambos, padres y bebés.

  • Reduce el nivel de la hormona de estrés
  • Proporciona calma
  • Normaliza el tono muscular
  • Libera cólicos y gases
  • Ayuda con las molestias de dentición
  • Colabora con el exceso de mucosidad
  • Estimula el crecimiento
  • Estimula el lenguaje
  • Es un momento íntimo de calidad
  • Facilita el desarrollo de un apego seguro
  • Ayuda en el contacto temprano con ambos padres Y muchos beneficios más.

El masaje es una forma de comunicación, a través de la cual se construye entre papá/mamá y bebé, un puente indestructible de amor y respeto, en contacto piel con piel, conectando el cuerpo, la mente y el espíritu.

Nos ayuda a conectar con este bebé y comprender su lenguaje, y así reconocer sus necesidades.

Abre canales para propiciar un diálogo con los 5 sentidos, ya que en él se implica la mirada, gestos, voces, sonidos, palabras y el masaje.

Es un encuentro que relaja, alivia, nutre, libera, da placer a quien lo da y quien lo recibe.

No se trata de masajes terapéuticos, para eso hay especialistas que los realizan.

Damos masajes para relajar corporal y psíquicamente al niño, conectándolo con sensaciones agradables y positivas de su cuerpo y facilitando la relación emocional con sus madres y padres.

Les permite a los papás conectar con aquello que nadie les puede enseñar, ni otra mamá, ni un libro, ni un profesional.

Su única forma de ser mamás y papás de ese bebé único.

Un bebé que experimenta su amor en su piel, lo llevará por el resto de su vida.

Esto es contacto nutritivo.

¿De qué manera hacemos contacto nutritivo?

Con abrazos, a través de la lactancia, los besos, miradas, sonrisas, cuentos, juegos, mimos, y más.

Julieta Libardi / María Victoria Ciranna

@espacio.anidar

anidartaller@gmail.com

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