Hacer Tribu

Desconocemos de antemano lo que va a acontecer cuando seamos ma-padres. Podemos prepararnos mentalmente para “cambios” radicales de vida, para no dormir como solíamos hacerlo, podemos elucubrar ideas acerca de cómo vamos a organizarnos para maternar y retomar nuestra vida laboral/profesional/social. Incluso podemos intuir que quizá no volvamos a ser las mismas jamás. Pero hay algo que no intuimos, que no planeamos, que quizá nos dijeron y no registramos… es que algún momento quedamos desorientadas, partidas, solas.

Hay momentos en lo que nos sentimos solas, aunque estemos rodeadas de gente, aunque estos rodeadas de amor, aunque estemos sosteniendo a nuestra criaturita y no lo estemos tanto. La soledad emocional nos atraviesa y nos desorienta.

Quizá tenga que ver que el nivel de sensibilidad al que llegamos, por estar en íntima conexión con ese ser que estamos empezando a maternar, nos aleja un poco del mundo que habitábamos, nos aleja un poco de lo que alguna vez fuimos y amamos. Nos aleja y nos deja desconcertadas. Y ahí aparece la necesidad de hacer tribu, de conectar con el mundo desde algún lugar.

Siempre decimos que “nace un niño y nace un blog o una nueva cuenta de Ig” donde esa mujer, ahora madre, quiere compartir con el mundo lo que está viviendo para “ayudar” a otras mujeres que estén en la misma. La necesidad de tribu irrumpe y no nos damos cuenta, porque no se trata de querer dar cátedra de vida, en lo profundo queremos encontrarnos con las otras y reparar(nos).

Sin desestimar la virtualidad de los encuentros que nos contienen a través de las redes, queremos compartir lo valioso del encuentro piel a piel, cara a cara, puerperio a puerperio que se da cuando nos juntamos a vernos y cuidarnos y acompañarnos.

En esa búsqueda de las otras nace Somos Tribu, un espacio que creamos con la idea de acompañar y con el deseo silencioso de ser acompañadas en nuestras maternidades. Un lugar de encuentro cara a cara, voz a voz, donde quedamos habilitadas por un respeto y empatía mutuos para llorar nuestros dolores, dar crédito a nuestros deseos, apoyarnos implícitamente en la escucha de la otra mientras circula el mate y la vida.

A veces con bebés transitando el espacio, a veces solo mujeres juntas, siempre con nuestros hijos habitando el intercambio.

Hacer tribu no es solo no sentirse tan sola, hacer tribu es ser potencia, es acompañarnos, es donarnos tiempo y encuentro para algo que es imposible de describir en palabras, algo que acontece y nos transforma.

Podríamos susurrar que maternar es nuestra vuelta a ese lugar de indefensión que supimos habitar cuando nacimos. Es ese lugar donde necesitamos de un otrx que nos cuide para poder nosotras ahora cuidar.

Podríamos susurrar que hacer tribu es un imperativo emocional, que buscamos sin darnos cuenta y, a veces, tenemos la fortuna de encontrar.

Nos buscamos para reencontrarnos con nosotras mismas, como sucedió alguna vez, entre mujeres, donde la tribu era la forma de cohabitar maternidades. Ahora tenemos que ocuparnos de generarlas y ahí nos encontramos con otras sin saber, quizá, que nos encontramos con todas aquellas mujeres que nos anteceden y donde la tribu no se “hacía”, sino que se ERA.

Abrazo a las mujeres madres que se sintieron solas alguna vez. Ojala puedan identificar que eso que las mueve por dentro pueden ser las ganas y la necesidad de encontrarse con otras. Y que a partir de allí se encuentren.

@somostriburondas

fuente imagen: informador.news

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *