Estoy hecha de retazos

Hoy: Estoy hecha de retazos

(Cora Coralina)

Estoy hecha de retazos

Pedacitos coloridos de cada vida que pasa por la mía y que voy cosiendo en el alma.

No siempre son bonitos, ni siempre felices, pero me agregan y me hacen ser quien soy.

En cada encuentro, en cada contacto, voy quedando mayor…

En cada retazo una vida, una lección, un cariño, una nostalgia …

Que me hacen más persona, más humana, más completa.

Y pienso que es así como la vida se hace: de pedazos de otras gentes que se van convirtiendo en parte de la gente también.

Y la mejor parte es que nunca estaremos listos, finalizados …

Siempre habrá un retazo para añadir al alma.

Por lo tanto, gracias a cada uno de ustedes, que forman parte de mi vida y que me permiten engrandecer mi historia con los retazos dejados en mí. Que yo también pueda dejar pedacitos de mí por los caminos y que puedan ser parte de sus historias.

Y que así, de retazo en retazo podamos convertirnos, un día, en un inmenso bordado de “nosotros”.

Estoy hecha de retazos. Gracias por cada retazo

Estoy hecha de retazos
Estoy hecha de retazos

Si hay algo que amo de ciertos autores sensibles como esta poeta Brasileña, es la posibilidad que nos dejan a los lectores de cuestionarnos, de no dar nada por sentado, de mirar a los ojos a la “verdad” y ponerla en duda, hacerle preguntas.

Este relato no es ajeno a esa provocación. O a esa invitación.

Coincido plenamente que somos con otros. Que la analogía de los retazos que utiliza la autora no es otra cosa que las “versiones” de nosotros mismos habitando nuestro mundo y el de otros. A veces erramos, fallamos, otras cambiamos, no buscamos lo mismo o descubrimos que no era lo que esperábamos.

Cuantas e incontables veces podemos volver a SER. Cuantas inenarrables veces dolemos y nos duelen otros. Mejoramos. Volvemos a fallar. Nos hacemos inmensos. Nos empequeñecemos.

Con retazos por soltar o entregar reflexiono que no es posible amar a otro o vivir la vida o ser feliz en algún instante sin exponer el alma; la felicidad no es un producto garantizado y la infelicidad una enfermedad o un crimen.

Por suerte son despojos, por suerte (o mejor dicho decisión, elección) los podemos soltar, los podemos abrazar. Aun así, seguiremos inmensamente enteros.

Una vida bien vivida es la que ama y duele, avanza y le hace honor al deseo, encuentra en el amor un motor y en el deseo la búsqueda.

Yamila Menconi

Gracias por compartir este texto.

Periodista
Coach ontológico/Coach vocacional

yasolm@hotmail.com

Fuente imagen: https://buenavibra.es/

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
Dejanos tu mensaje