Ante todo tenemos en cuenta que para internalizar aprendizajes significativos se deben activar múltiples de neuronas que ejercen diferentes funciones, las cuales no son limitantes si se presenta alguna “condición”. La diferencia, generalmente, se encuentra en el qué y el cómo enseñamos. Resulta que se vuelve imperioso, en términos de edad cronológica, que al ser descubierta “la condición” del sujeto aprendiente se actúe en consecuencia sin mayores demoras. Hoy: Aprendizajes sin lenguaje expresivo.
Si bien en esta nota la mirada estará puesta en los procesos de aprendizaje sin lenguaje expresivo, es importante hacer mención que existen diferentes tipos de lenguaje (por ejemplo: comprensivo, gestual, corporal, etc.) los cuales son tratados con metodologías diferentes.
Como terapeuta en salud y educación, comenzaré brindando el principal recurso de cómo podríamos colaborar en los procesos de enseñanza-aprendizaje con niños/as más pequeños/as sin lenguaje expresivo.
A nivel de institución educativa, es decir, desde el nivel inicial (jardín), los alumnos/as suelen intentar hacerse entender por medio del cuerpo. (Por ejemplo: señalando lo que desean, agarrando de la mano al docente o al acompañante educacional llevándolo hasta el lugar de la necesidad. O utilizando sus manos formando algún tipo de figura que refleje su pedido). También nos encontramos con aquellos/as alumnos/as “avanzados/as” que al realizar tratamientos, llevan consigo sus pictogramas para manifestar cualquier inquietud o situación. (Los pictogramas son tarjetas con imágenes que reflejan lo que quisieran expresar, decir. (También se pueden hacer en casa).
Poder expresar sentimientos, emociones, pensamientos, necesidades, inquietudes por medio del lenguaje es fundamental, sin embargo no implica apropiarse y/o utilizarlo de modo esperable, aceptable y comprensible.
Más sobre: Aprendizajes sin lenguaje expresivo.
Desde pequeños/as con o sin lenguaje expresivo, resulta difícil comprenderlos/as desde el mundo adulto. Comenzamos por “ensayo y error” a realizar preguntas para poder ir descartando lo que, en varias oportunidades, por medio de gritos o llantos no logramos comprender.
Cuando el lenguaje expresivo se desvanece, se vuelve nulo, inaudible o difuso aparecen manifestaciones puramente corporal que, según los mecanismos compensatorios al igual que el grado de tolerancia a la frustración, se presentarán en menor o mayor grado comportamientos de impulsividad, agresión, desorganización, “berrinches” inacabados, llantos desbordantes, irritabilidad que se dificulta menguar.
Pienso en voz alta, compartiendo y sugiriendo a los diferentes actores educativos, que desde temprana edad se incluyan a los pictogramas sin anular el lenguaje expresivo. Acompañar con la palabra específica a cada imagen (pictograma) que se le ofrece al niño/a. Esta sugerencia coloca de protagonista a la anticipación, ya que, no se debería intentar enseñar cuando el niño/a ya ha manifestado comportamientos disruptivo.
Lic. Ferreiro, N. Vanesa
Psicopedagoga
ferreirovanesa@live.com
Fuente imagen: https://mejorconsalud.as.com/