Acompañar al que acompaña

Recuerdo que existe un proverbio africano que dice así:

“Hace falta una tribu entera para educar a un niño”

Sabemos que la mirada, acciones y palabras del adulto son imprescindibles en la construcción de la subjetividad de un niño. No da igual de que forma nos comuniquemos y acompañemos. Cada hacer o no hacer deja huella, marca y condiciona esa construcción. Por eso debemos tener la información necesaria, para luego decidir que estilo de crianza y educación.

De ahí que acompañar a quien acompaña procesos. Sea madre, padre, cuidador, docente; se convierte en una tarea de suma responsabilidad. Porque esa tribu somos todos, los cercanos y los miembros de la sociedad.

Acompañar al que acompaña, es sugerir sin imponer ni desautorizar

También es compartir herramientas para que madres y padres tengan la tranquilidad que su estilo de crianza puede perpetuarse en su ausencia.

Acompañar al que acompaña es comenzar desde el núcleo

Son quienes cumplen el rol materno y paterno, quienes deciden cómo educar a sus niños. Y el entorno debe respetar y continuar con esa decisión, más allá de compartirla o no. (Siempre que la misma no atente contra la salud física y emocional del sujeto)

Entónces podemos decir que de educación somos todos responsables, brindemos por: