Son un elemento normal del crecimiento que muestran la forma en que los niños expresan sus emociones de descontento y la poca habilidad de poder controlar lo que sienten en ciertos momentos debido a que no poseen aún la madurez y habilidad emocional necesarias para hacerlo de forma correcta. Como adultos, padres, madres, maestras o cuidadores, nos sentimos en ocasiones incapaces tanto de prevenir como de controlar estas situaciones que a veces se tornan incómodas, es por ello que para poder resolverlas, debemos principalmente, comprender por qué suceden.
Algunas causas por las cuales se manifiestan los berrinches, pueden estar relacionadas en primer lugar, con insatisfacción inmediata de las necesidades básicas en particular, el hambre y el sueño. Además, deseos de tomar el control, de ser independientes y de tratar de hacer más que lo que sus destrezas les permiten. Otra de las causas que podrían desencadenar un berrinche, está relacionado con la poca comprensión que el niño tiene de la persona que está a su cuidado, y aquellos que no puedan expresar sus emociones verbalmente ya sea porque son muy pequeños o tienen dificultades lingüísticas, son más propensos a presentar este tipo de conductas. Los cambios en el hogar, discusiones entre los padres y rutinas diarias con indicadores de stress, también son factores que influyen en el comportamiento de los niños (as).
No es posible prevenir todos los berrinches, pero seguir las siguientes sugerencias podrían ayudar a reducir las posibilidades de que tu niño(a) tenga uno de ellos:
● Mantén una rutina diaria en lo posible tranquila, para que tu hijo (a) sepa qué esperar. Planifica tus días y los momentos de preparación para llevarlo (a) al cole, guardería o con las personas que se encargan de su cuidado.
● Aliéntalo a que hable para decirte cómo se siente, como por ejemplo “estoy muy enojado(a)”. Trata de comprender la manera en que se siente y sugiérele algunas palabras que pueda usar para describir sus sentimientos.
● Establece límites razonables y no esperes que sea perfecto(a). Dale razones simples en cuanto a las reglas que establezcas y no cambies las reglas.
● Ten a mano bocadillos sanos para cuando esté hambriento (a).
● Asegúrate de que haya descansado lo suficiente, especialmente antes de un día ocupado o de una actividad que cause mucha tensión.
● Distráelo de las actividades que sean más probables que conduzcan a un berrinche. Sugiérele realizar diferentes actividades. Si es posible, ser gracioso, juguetón o contar una broma puede ayudar a relajar una situación tensa. A veces, algo tan simple como cambiar de lugar puede prevenir un berrinche. Por ejemplo, si está dentro de un edificio, trata de llevar a tu niño (a) afuera para distraer su atención.
● Se selectivo al negarle cosas. Negarle todo lo que te pide podría frustrarlo (a). Escucha cuidadosamente lo que te pida. Cuando algo que te pida no sea muy irracional o inconveniente, considera decir que sí. Cuando su seguridad esté en riesgo, no cambies tu decisión por un berrinche.
● Deja que tome la decisión cada vez que sea posible.
● Da un buen ejemplo a seguir. Evita discutir o gritar frente a ellos.
● Normalmente se pueden ignorar las demostraciones de enojo menores, tales como llorar, gritar o sacudirse. Párate cerca o levanta a tu niño(a) sin hablar hasta que se calme. Eso le demostrará tu apoyo. Si no puede quedarse calmado(a), sal de la habitación.
● Si las demostraciones de enojo muestran conductas inaceptables como gritar de forma prolongada, golpear, escupir, lanzar cosas de forma peligrosa, retíralo del lugar (time out), espera que se calme, siempre trata de usar caricias, no es necesario hablar hasta que esté tranquilo y puedan conversar.
● Evita dar recompensas para que se calme, eso implica la confusión de los límites y refuerza los berrinches como una forma de obtener premios.
● Trata de conversar cuando la situación haya pasado, y explicar incluso cómo te ha generado incomodidad. La comunicación siempre es el camino a la solución. Enséñalo a ganarse los juegos, las salidas divertidas y las cosas que le gusta hacer de forma positiva mostrándole que los berrinches no son el medio para obtenerlas.
● Los límites siempre van de la mano con el control de los berrinches, los niños (as) en ocasiones son caprichosos y retadores según sea su personalidad, pero ser firmes ante sus demandas, cumplir siempre lo que se ofrece bien sea una recompensa o dejar de complacerlos por su conducta, es la clave del proceso.
● Evita sentir culpa por corregir su conducta, piensa que en el futuro va a ser lo mejor para que tu hijo (a) pueda tener una vida mentalmente sana, aprenda a seguir las normas y sea responsable de las consecuencias que generan sus acciones.
● El amor y la comprensión que puedas tener a pesar de lo difícil que sea, siempre va ayudar a resolver estos problemas.
Lic. Jessica Díaz
Psicóloga Infantil
Federación de Psicólogos de Venezuela N° 8.681
@pequesplacear