Acompañamiento emocional, en procesos de reproducción asistida
Un diagnóstico de infertilidad es un evento disruptivo en la vida de una persona o de una pareja, es una situación que irrumpe en su psiquismo y altera la capacidad de elaboración: es un antes y un después, un quiebre.
A partir de ese momento la cabeza se llena de dudas, preguntas, incertidumbres, miedos y culpas. Variadas emociones transitan entre el corazón, la mente y el alma. Un sentimiento de soledad e incomprensión lxs cubre, como una neblina, y les es difícil ver más allá de su dolor.
Es aquí cuando aparece la esperanza depositada en los tratamientos de reproducción médicamente asistida.
Las consultas se suceden, los estudios, las prácticas, tratamientos, algunos invasivos y revictimizantes, pero el deseo de ser madres es más fuerte. Nadie dijo que sería fácil. A veces es muy frustrante y doloroso. Todo se justifica si al final del camino está el hijo tan deseado.
Generalmente, cuando hay cuestiones psíquicas que resolver o elaborar el cuerpo médico recomienda una derivación a terapia psicológica con un profesional especializado en TRHA (Técnicas de Reproducción Humana Asistida).
Cuando no hay conflictos psicológicos específicos que demanden tratamiento, la figura de la Doula representa un sostén emocional y una escucha activa muy importante para transitar los diferentes momentos del proceso (especialmente la betaespera).
También, los grupos de apoyo donde se reúnen personas que están en la misma situación. Hablar ayuda a elaborar, a re-pensar, a descubrir nuevas estrategias.
Pedir ayuda es necesario. Decir lo que les pasa también.
Muchas veces el entorno: familia, amigos, compañeros de trabajo, no saben bien cómo actuar, cómo hablar o cómo hacer silencio. Preguntas incómodas, cuestionamientos fuera de lugar o ausencias ruidosas. Todo llega directo al corazón de las personas que transitan este momento sin escalas, sin filtros, con potencia y hasta con una violencia que no fue deseada.
Si querés saber más sobre este tema: cómo acompañar y sostener o bien, cómo dejarte acompañar y sostener, te espero el 6 y 7 noviembre en el III Congreso Otras Formas de Nacer y Crecer.
Patry Herrera
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