Con el correr de los años acompañando familias en su gestación como Doula e instructora de Yoga Prenatal, la afinidad y la conexión es tanta y tan profunda luego del parto, que nuestro contacto sigue, realmente las familias siguen contado conmigo , seguimos con práctica de yoga o bien con sesiones de masoterapia, que es mi otro servicio desde hace muchos años y decidí capacitarme para hacer talleres familiares en Masaje Shantala, a veces son grupales , son maravillosos, experiencia preciosa, también voy a sus casas a brindarlo, soy tan felíz transmitiendo esta técnica milenaria, que tantos beneficios trae al grupo familiar, participan abuelitos, por supuestos ma/padres, madrinas y padrinos, siempre que termina un taller, me voy con el alma llena de amor, de observar esa conexión, se crea un ambiente tan lleno de paz, es un privilegio para mí poder contemplar semejante acto de amor.No quiero hacer un informe sobre qué es el masaje para bebés, al menos no es mi intención transmitir hoy los miles de beneficios que genera su técnica, porque hoy en día quizás esta lleno de información en internet y hay muchos lugares que lo brindan, que es súper positivo y no les voy a contar nada novedoso quiero enfocarme en mi propia experiencia al vivirlo con mi hija en sus primeros meses de vida y luego observando y acompañando en los talleres a hermosas familias.Sólo describir e intentar poner en palabras el acto de amor mas puro que pude experimentar y atestiguar.Sentadx en el suelo, con un aceite natural cerquita, en un ambiente cálido, sobre tus piernas apoyada una toalla y por encima apoyas a tu bebé.El primer contacto, es la mirada, comenzas «hablarle», con gestos, caricias, sonrisas, quizás tarareando una melodía, esas que brotan del corazón, espontáneamente, que repetís como un mantra, casi sin darte cuenta, que genera calma y provee seguridad, no hay palabras, no son necesarias, el diálogo es en otro nivel, me animaría decir que es de otro plano. Y todo fluye en tus manos, se mueven lentamente pero con presión, no son caricias amorosas, es sanación,ellas liberan un calorcito, energía, reconfortante, no te detienes a pensar en lo que estas haciendo, sólo tus manos hablan, tus ojos sonríen, ya no están aquí, es otro el Universo, un espacio sólo para ustedes, que nadie mas puede entrar ni entender su idioma, no hay reloj que sirva para marcar ese tiempo, están habitando el presente, entonces no hay apuro, solo ustedes, sus ojos, su complicidad, amándose , dejándose llevar por esa marea de movimientos, sube y baja ese oleaje, descubres esa fuerza sanadora en tus manos,tú guía es tu intuición, entiendes que no hay lugar más seguro en este momento para tu bebé que tus manos.Y así cada día.
Grace Romero
Doula
Instructora de Yoga Prenatal
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