El Masaje Shantala es una técnica proveniente de occidente, que practicaban las mujeres indias.
Frédérik Leboyer observó como una mamá realizaba este masaje a su bebé, ella se llamaba «Shantala», en honor a ella decidió nombrar así esta técnica.
El ginecólogo y obstetra al pasear por las calles de Calcuta se detuvo frente a esa escena tan significativa y, dice… «la técnica era tan poderosa que solucionaba de un modo efectivo, afectivo, armonioso y holístico la escencia del trauma del nacimiento». Decidió llevar este ritual tan amoroso a Europa, compartiéndolo y dándolo a conocer al mundo.
El masaje Shantala es una técnica de relajación entre el bebé y su figura de apego. Incrementa la conexión de ambos a través de los sentidos, con movimientos suaves, una mirada amorosa y respetuosa, dejando en sus cuerpos una huella y una sensación confortable.
El masaje Shantala tiene cientos de beneficios y muchos de ellos están relacionados a la psicomotricidad. Cuando vamos nombrando las partes del cuerpo a medida que hacemos el masaje están contribuyendo a la construcción de su cuerpo, a poder percibir sus límites, a sentirse una unidad, una pequeña personita.
A medida que adquieran como rutina el masaje shantala, comienzan a desarrollar una mejor calidad de escucha. Cuando hablo de escucha me refiero a ser capaces de darse cuenta de las necesidades del bebé, poder comprender y entender que necesitan a través del lenguaje corporal, su tono, su musculatura, sus movimientos, sus tipos de llantos.
Esta técnica ayuda a relajarse tanto a quien hace el masaje como a quien lo recibe. Favorece el «apego seguro». Es un momento de conexión en dónde la oxitocina, conocida como la hormona del amor, es protagonista de este vínculo
. Además beneficia a varios sistemas del cuerpo, como el respiratorio, el gastrointestinal, circulatorio, muscular y endócrino. El momento indicado para realizar el masaje solo lo vas a saber vos, dependerá de tus rutinas diarias y necesidades del bebé. Es fundamental encontrar el espacio y el tiempo indicado para generar un momento de conexión, en donde lo único que importe sean sus cuerpos y el vínculo de ambos.
Como mapadres pueden hacerlo antes o después del baño, al momento de ir a dormir, esto permite relajarlos y conciliar el sueño.
Si tu bebé sufre de cólicos, lo cual es esperable ya que su sistema gatrointestintal está en desarrollo, los masajes puedes ayudarlos a calmar esas molestias. Para aquellos profesionales que también quieren aplicar esta técnica puedan hacerlo tanto al comienzo como al final de la sesión, dependerá de sus objetivos, de los emergente que puedan llegar a surgir y de la capacidad de escucha de cada uno.
Fiorella Natale
Técnica Superior en psicomotricidad
Especialista en primera infancia
@talleresdepmt
tallerespsicomotricidadpmt.gmail.com

