Fluido vivo para un niñe sin vida

Si bien la familia entera transita por el dolor de una perdida gestacional, vale hacer mayor énfasis en el (des) acompañamiento y (des)información que se le da a la mujer gestante.

Poco se habla sobre el duelo gestacional y/o perinatal. Mucho menos de la leche de esas madres.

Por lo general y casi de manera automática y protocolar, cuando una madre pierde a su bebé, inmediatamente se le inhibe la lactancia farmacológicamente. 

Muchas veces, esta decisión es tomada por personas que desconocen la fisiología de la lactancia. 

Las madres reciben información errónea o en el peor de los casos se procede a la inhibición sin siquiera consultar previamente con ellas. Y es ahí donde las mujeres, una vez más, pierden el protagonismo de decidir sobre los procesos de su cuerpo, sin darles siquiera el tiempo y la posibilidad para que ellas mismas puedan elegir con información y desde sus deseos.

La Carbegolina, más conocida como la “pastilla para cortar la leche” es la droga más usada para inhibir la lactogénesis, pero en los casos donde la lactancia ya está instalada esta pastilla no sirve para nada. Contrariamente, entre sus efectos adversos encontramos el aumento de riesgo de psicosis puerperal y depresión. Entonces se vuelve casi fundamental hacer un seguimiento a esa mamá. Porque esa inhibición farmacológica, abrupta, apresurada, vulnera a la mujer, a su cuerpo, a sus procesos fisiológicos y subjetivos. Esto disruptivo, el corte de la lactancia de esta forma, puede afectar el inicio, desencadenamiento y desarrollo del proceso del Trabajo de Duelo. Dificultándolo aún más. Informar asesorar y respetar una decisión es lo que esa mujer necesita para transitar el dolor que produce la detención de una vida en gestación.

Ahí, dónde se hace de manera paulatina fisiológica y respetada, no solo se acompaña en el proceso de lactancia sino también en la elaboración de un Duelo, que con la inhibición química, se obstura, obstaculiza o dificulta.

Hay muchas razones por lo que una mamá podría desear continuar con la lactancia.

Tal vez tenga un hije mayor a quien alimentar. Tal vez quiera donarla. O tal vez simplemente necesite tiempo. La inhibición no necesariamente tiene que ser ya. Pero una una vez más vemos como nadie se detiene en el deseo de la madre, nadie le da posibilidades de cambiar, aunque sea un poquito, esta vivencia.

El acompañamiento interdisciplinario es súper importante, como puericultora no sólo acompaño las lactancias en el inicio de la vida, sino también las lactancias como proceso de duelo.

Algo tan simple como la escucha activa y la validación de sentimientos podrían ser de mucha ayuda para estas madres, sin embargo, pareciera que si no se habla, no duele.

Mariela Regueiro

Puericultora de Gestando Maternidades

Maria Laura Barrera / Rocío Maidana Ávila

Doulas – Preparadoras Prenatal -Asesoras en Lactancia Materna

rmaidana.92@gmail.com   / mlaurabarreramb@gmail.com

@gestando.maternidades

www.gestandomaternidades.com

Fuente imagen: genial.guru

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