La importancia de la regulación emocional en padres, madres y cuidadores

Mamá está en modo León

Imagina que te encuentras en medio de la selva, imagina que un enorme León se aproxima. Nota y detente en cada movimiento, en cada gesto, en el detalle más pequeño de su conducta.

¿Lo imaginas? ¿Está muy enojado no? ¿Parece ser una situación peligrosa, no? ¿Te acercarías a ese animal alterado?

Seguramente tu respuesta sea “no”, y es muy lógico puesto que nuestro cerebro responde a cualquier situación que sea amenazante de un modo protector por la misma supervivencia que activa el miedo.

De la misma forma, cuando madres, padres o cuidadores se encuentran desregulados emocionalmente, ofrecen al niño/niña una amenaza por lo que se activa su parte más reactiva del cerebro y querrán luchar, huir, o quedarse paralizados, pero jamás responder. Es por eso que se requiere un momento para tranquilizarse y regularse emocionalmente ante una conducta disruptiva del pequeño/pequeña.

¿Te ha pasado de reaccionar en vez de responder? ¿Te ha pasado de estar la mayor parte del día en modo león? ¿Qué ha pasado con el mal comportamiento de tu pequeño/a cuando reaccionas, ha cesado o continua?

Muchas veces resulta que el mal comportamiento se interrumpe a muy corto plazo pero luego continua y de peor forma.

 ¿Y cómo te sientes tú luego de reaccionar? ¿Has enseñado lo que realmente querías a tu hijo/a? ¿Te acerca tu conducta a la madre/padre que deseas ser o te aleja?

Lic. Daiana López Cross