¿Por qué mindfulness en la crianza?

Hoy: ¿Por qué mindfulness en la crianza?

Conocemos y experimentamos a diario las nefastas consecuencias del estrés en nosotros mismos y en nuestra familia. Hay demasiadas obligaciones. Cada vez más a menudo pasamos demasiado tiempo en el teléfono, estamos nerviosos, dormimos mal y nos sentimos crónicamente cansados. Titulamos a esta nota: ¿Por qué mindfulness en la crianza?

Ahora que muchos estudios científicos han demostrado los efectos perjudiciales del estrés sobre los adultos y sobre los jóvenes cerebros en desarrollo, la actitud de plena conciencia, se está imponiendo en la actualidad. Y se sabe que los hijos se vuelven más felices si tienen unas madres y unos padres serenos y descansados

¿Qué es conciencia plena?

La plena conciencia (mindfulness en inglés) es simplemente estar presente en lo que ocurre ahora, con una actitud abierta y amable. Estar presente aquí, en este instante, sin juzgar, sin rechazar lo que pasa, aunque sea desagradable, sin dejarse llevar por la agitación las distracciones. No pensar en lo que ocurre ahora, sino en el aquí y ahora.

Mindfulness es atención plena y de eso los niños son expertos. “Vivir intensamente el momento presente”, lo tiene de manera natural. Los niños tiene por naturaleza una mente curiosa e inquisitiva, ellos quieren saber, son buenos para prestar atención. Pero poco a poco, las niñas y los niños irán perdiendo poco a poco esa capacidad, aprendiendo a anticipar las cosas, a volver al pasado y así aumentar el sufrimiento. Pasan mucho tiempo haciendo demasiadas cosas.

¿No sería hermoso ayudarlos a preservar este valor maravilloso?

Mindfulness utiliza la meditación como una de las herramientas, poniendo mucha atención en el cuerpo.

Los estados de ánimos dolorosos, las angustias, las dispersiones, el estrés, están presentes en los niños, ayudarles a encontrar su centro y tranquilizarse, es la propuesta. Con la práctica de la atención plena, los niños aprenden a para, tomar aliento y ver lo que necesitan en ese momento. Con atención amable, aprendiendo a no tener que esconder nada, comprendiendo su mundo y el de los demás.

Si podemos enseñarles atención, paciencia, confianza y aceptación, son valores que quedan para toda la vida. Y también podemos ayudarles a adquirir más humanidad. A no convertirse solo en trabajadores y consumidores. De espectadores pasar a ser actores con presencia en este mundo hermosos y frágil.

Aprender a vivir, momento a momento, involucra todos nuestros sentidos, ver, escuchar, oler, saborear…y también respirar. Nos enseña a conocer cómo funciona nuestra mente, y cuál es nuestra actitud hacia lo que nos está pasando en la vida.

Entonces, estar presentes es parar, observar, mirar, comprender lo que pasa desde una actitud abierta y amable, sin juzgar, sin querer cambiar nada

Comencemos por estar disponibles física y emocionalmente, en un juego, en un abrazo, en una mirada…confiando en nuestros recursos

Dra. María Laura Mileo

Medica especialista en pediatría

Instructora de Mindfulness

Fuente imagen: Mundo Primaria

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *