Dormir es necesario para aprender

Dormir es fundamental para lograr un buen mantenimiento de la salud, bienestar emocional y buen rendimiento cognitivo una vez que despertemos. Por consiguiente, no dormir (o no hacerlo las horas suficientes) genera consecuencias negativas. Tanto para la salud como para el correcto funcionamiento del día posterior. Hoy: Dormir es necesario para aprender.

Cuando no dormimos, nos cansamos, estamos irritables y nuestro cerebro funciona peor. Solemos estresarnos, tener pensamientos más rígidos, cometemos más errores, incrementamos las conductas de riesgo y hasta hace que seamos menos flexibles y más reactivos.
La pérdida de sueño altera la manera en que una persona experimenta y maneja sus emociones. Del mismo modo, cuando los niños no duermen lo suficiente o no duermen la siesta necesaria, presentan comportamientos más rígidos y habilidades emocionales y de autorregulación más inmaduras. La falta de sueño afecta negativamente la atención, la concentración y la capacidad de realizar múltiples tareas. Esto puede dificultar el aprendizaje y reducir el rendimiento académico. Investigaciones recientes han demostrados que el rendimiento cognitivo disminuye día a día mientras dormimos menos horas de las necesarias.

Después de una buena noche de sueño, nuestro cuerpo y cerebro, se sienten “refrescados”. Las neuronas y el cerebro necesitan descansar para ponerse en funcionamiento al día siguiente.

Se estima que los niños que concurren al Nivel Primario (entre 6 y 13 años, aproximadamente), requieren entre 9 y 11 horas de sueño. Los adolescentes precisan entre 8 y 10 horas de sueño y los adultos, entre 7 y 9 horas. Por supuesto, son horas promedio, por lo que siempre es importante considerar a cada persona en particular.

El sueño es fundamental para el aprendizaje y el desarrollo cognitivo. Durante el sueño, el cerebro realiza varias funciones críticas que facilitan la adquisición, consolidación y recuperación de la información. Durante el sueño, el cerebro consolida la información aprendida durante el día. Esto implica la transferencia de recuerdos desde la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo.

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Asimismo, el sueño es esencial para la salud general del cerebro, incluyendo la eliminación de toxinas y la reparación de células neuronales, lo que en conjunto facilita un funcionamiento cognitivo óptimo.
El Dr. Matthew Walker, experto en neurociencia y psicología del sueño, afirma: "el sueño no es un lujo que podemos prescindir, sino una necesidad biológica crucial para la función cognitiva y la salud mental. Dormir adecuadamente mejora nuestra capacidad de aprender, recordar y tomar decisiones" (Walker, 2017).

En resumen, dormir adecuadamente es crucial para un aprendizaje eficiente y saludable. Fomentar buenos hábitos de sueño en alumnos de todas las edades es esencial para potenciar sus capacidades cognitivas y su rendimiento académico.

Lic. Micaela Colombo

Lic. en Psicopedagogía

M.P. 230444

Docente de Nivel Primario

Fuente imagen: https://eyava.com/

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